Nancy Palacios Mena. Universidad de los Andes. Bogotá – Colombia
Luis Guillermo Torres Pérez. Universidad Pedagógica Nacional y Secretaría de Educación Distrital – Colombia.
Clézio dos Santos. Universidade Federal Rural do Rio de Janeiro – Brasil
Simone Rezende. Universidade Metropolitana de Santos. Brasil
En un contexto en que las acciones de los Estados, desde las políticas públicas y los avances de la ciencia y la tecnología, parecen ser insuficientes para disminuir de manera considerable las desigualdades étnicas, socioeconómicas, de género, o alguna por discapacidad, surge un cuestionamiento por las maneras en que se ha abordado el tema de la desigualdad en los distintos niveles educativos; más, cuando este problema toca las puertas de la escuela. Dicho cuestionamiento es muy pertinente a nivel global, pero especialmente en regiones, como América Latina, donde históricamente han existido y se han ampliado las brechas sociales entre las personas. Este foro, que se articula con el número 28 que aborda el papel del profesorado de ciencias sociales (http://geoforoforo2.blogspot.com/2021/10/foro-28.html ), parte del interés de indagar con futuros maestros qué se enseña y cómo se debería enseñar en tema de la desigualdad en países con profundas diferencias sociales y económicas (Ruales y Ortiz, 2022; Uribe y Londoño, 2023; Sánchez, 2017; Cárdenas y Zuleta, 2020).
Este rastreo se llevará a cabo a partir de dos perspectivas conceptuales: la justicia social y la educación y la enseñanza de temas socialmente relevantes. Desde la perspectiva de la justicia social y la educación, resulta de interés dialogar con autores que han planteado la importancia de dotar, desde la escuela, a los estudiantes de conocimientos, habilidades y actitudes para comprender y cuestionar diversas desigualdades en entornos cercanos y lejanos (Mills et al., 2016; Zajda et al., 2006. Desde la perspectiva de la enseñanza de temas socialmente relevantes, resulta interesante reflexionar y debatir la presencia y la relevancia de temas como la desigualdad en los enfoques curriculares y las prácticas pedagógicas de los docentes de los niveles de primaria y secundaria en Iberoamérica tomando como referencia las investigaciones que han se publicado sobre este tema en el contexto internacional y regional en la última década (García, 2021, Santistestan, 2019; González y Santisteban, 2020; Ho et al., 2017).
Este foro de debate tiene como objetivo conocer las percepciones de profesores en formación sobre las causas de las desigualdades, qué se debería enseñar sobre la temática y cómo sería posible hacerlo. Partimos del principio que, si bien muchas de las soluciones al problema de la desigualdad requieren acciones estructurales que deben ser lideradas por el Estado (con un diseño e implementación relevante de políticas públicas) y el compromiso de todos los actores sociales para que haya equidad, la escuela es el escenario propicio para promover los conocimientos, las habilidades y las actitudes que permitan comprender y actuar sobre las diferentes dimensiones de la desigualdad en la región. En este orden de ideas, gran parte de la legislación educativa actual contempla la necesidad de generar en los estudiantes compromisos personales y colectivos con la sociedad en la que viven. Un primer paso hacia la adquisición de estos compromisos pasa por una enseñanza orientada a cuestionar las diversas causas que producen la desigualdad, la forma en que se expresa en la vida cotidiana y las múltiples razones que la han perpetuado en diferentes lugares y momentos de la historia. Una enseñanza que propicie el cuestionamiento de la desigualdad expresada en aspectos visibles en la vida cotidiana como son el acceso a la vivienda, infraestructuras de transporte acceso a salud, educación de calidad, servicios públicos como energía eléctrica y agua potable, de manera sistemática y con intencionalidad pedagógica, contribuye en gran medida a la formación de ciudadanos comprometidos, participativos y proactivos.
Preguntas que se proponen para el Foro:
¿Cuáles son las posibles causas de estas desigualdades?
¿Cuáles consideras que son las desigualdades que más afectan a tu país? ¿Qué elementos del contexto escolar y social ves relevantes para ser objeto de enseñanza en las ciencias sociales?
¿Cómo se puede fomentar la participación ciudadana desde el medio escolar?
¿Qué contenidos, categorías y conceptos enseñarías sobre las desigualdades?
¿Cómo se pueden averiguar las concepciones personales del alumnado sobre estos fenómenos?
¿Qué estrategias propondrías para enseñar el tema de las desigualdades dentro y fuera del aula escolar ?
Referencias
Cárdenas, J. & Zuleta, H., 2020, Efectos es pobreza y desigualdad del COVID-19 en Colombia: un retroceso de dos décadas. Facultad de Economía. Universidad de los Andes', Nota macroeconómica, 20, págs.1–4. Disponible en https://uniandes.edu.co/sites/default/files/asset/document/notamacro20.pdf
García Pérez, Francisco F. (2021) De las dificultades, posibilidades y retos del trabajo en torno a problemas. REIDICS: Revista de Investigación en Didáctica de las Ciencias Sociales. 9, 6-13. https://doi.org/10.17398/2531-0968.09.6
González, N. y Santísteban, A. (2020). Alfabetización crítica para interpretar problemas sociales. Íber. Didáctica de las Ciencias Sociales, Geografía e Historia, 99, 39-45.
Ho LC, McAvoy P, Hess D, Gibbs B (2017) Enseñar y aprender sobre cuestiones y temas controvertidos en los estudios sociales: una revisión de la investigación. En: El manual Wiley de investigación en estudios sociales. Wiley, Págs. 321–335
Mills, M., McGregor, G., Baroutsis, A., Te Riele, K., & Hayes, D. (2016). Alternative education and social justice: considering issues of affective and contributive justice. Critical Studies in Education, 57(1), 100–115. https://doi.org/10.1080/17508487.2016.1087413
Ruales Suarez, K. J., & Ortiz Benavides, E. (2022). Desigualdad y pobreza en Colombia: ¿Cuál es el dilema? Semestre Económico, 24(57), 98-124. https://doi.org/10.22395/seec.v24n57a5
Sánchez-Torres, R. M. (2017). Desigualdad del ingreso en Colombia: un estudio por departamentos. Cuadernos de Economía, 36(72), 139-178.
Santisteban, A. (2019). La enseñanza de las ciencias sociales a partir de problemas sociales controvertidos: Estado de la cuestión y resultados de Investigación. El futuro del Pasado, 10 57-79.
Uribe-Gómez, M. y Londoño, A.-J. (2023). Desigualdad (es) y pobreza, problemas persistentes en Colombia: reflexiones para una agenda urgente. Forum. Revista Departamento de Ciencia Política, (23), 171–189. https://doi.org/10.15446/frdcp.n23.107138
Zajda, J., Majhanovich, S., Rust, V., & Martín Sabina, E. (Eds.). (2006). Education and Social Justice (1st ed. 2006.). Springer Netherlands. https://doi.org/10.1007/1-4020-4722-3
Foro 32. O que e como ensinar a respeito das desigualdades em países profundamente desiguais?
Percepções dos docentes em formação
Nancy Palacios Mena. Universidad de los Andes. Bogotá – Colombia
Luis Guillermo Torres Pérez. Universidad Pedagógica Nacional y Secretaría de Educación Distrital - Colombia
Clézio dos Santos. Universidade Federal Rural do Rio de Janeiro – Brasil
Simone Rezende. Universidade metropolitana de Santos. Brasil
Em um contexto no qual as ações dos Estados, a partir das políticas públicas e dos avanços da ciência e da tecnologia, parecem ser insuficientes para diminuir consideravelmente as desigualdades étnicas, socioeconômicas, de gênero e devido a alguma deficiência, surge um questionamento sobre o modo como o tema da desigualdade fora abordado nos diferentes níveis de ensino, principalmente quando esse problema chega às portas das escolas. Tal questionamento é bastante pertinente a um nível global, especialmente importante para regiões que, como sucede na América Latina, fossos sociais entre as pessoas não somente existiram como também foram ampliados. Este fórum, que se organiza sob o número 28, procura questionar, em conjunto com os futuros professores, o que se ensina e como deveria ser ensinado o tema da desigualdade em países com profundas diferenças sociais e econômicas (Ruales y Ortiz, 2022; Uribe y Londoño, 2023; Sánchez, 2017; Cárdenas y Zuleta, 2020).
A educação geográfica tem como finalidades a construção de um mundo mais justo socialmente, em que todos tenham condições de vida mínima dignas, e mais sustentável. Assim, a busca junto dos futuros docentes será levada a cabo baseando-se em duas perspectivas conceituais: a justiça social e a educação, por um lado, e o ensino de temas socialmente relevantes, por outro. Sob a perspectiva da justiça social e da educação, há o interesse em dialogar com os autores que demonstraram a importância de, desde a escola, munir os estudantes de conhecimento, habilidades e atitudes com a finalidade de fazê-los compreender e questionar os diversos tipos de desigualdades em ambientes próximos ou distantes (Mills et al., 2016; Zajda et al., 2006). Sob a ótica o ensino de temas socialmente relevantes, é interessante refletir e debater sobre a presença e relevância de temas como a desigualdade nas abordagens curriculares e as práticas pedagógicas dos docentes do ensino primário e secundário, desde logo na América Latina, tendo como referência as pesquisas publicadas, na última década, a respeito desse tema em um contexto regional e internacional (Garcia, 2021; Santistesban, 2019; González y Santisteban, 2020; Ho et al., 2017).
Este foro de debates tem como objetivo conhecer as percepções dos professores em processo de formação a respeito das causas das desigualdades, sobre o que se deveria ensinar a respeito dessa temática e como seria possível fazê-lo. Embora muitas das soluções para o problema da desigualdade requeiram ações estruturais que devem ser coordenadas pelo Estado (com um projeto e implementação relevantes de políticas públicas) e o compromisso de todos os atores sociais para que haja equidade, partimos do princípio de que a escola é o cenário ideal para facilitar a compreensão, as habilidades e as atitudes que permitam compreender e atuar sobre as diferentes dimensões da desigualdade na região. Seguindo essa linha de raciocínio, grande parte da legislação educativa atual considera a necessidade de estimular nos alunos compromissos pessoais e coletivos com a sociedade na qual vivem. Um primeiro passo em direção a aquisição destes compromissos para uma educação orientada a questionar as causas que geram a desigualdade, a forma como se evidencia na vida cotidiana e as diversas razões que contribuíram para que se perpetuasse em diferentes lugares e momentos da história. Um ensino que propicie o questionamento da desigualdade expressa em aspectos visíveis na vida cotidiana, como são o acesso à moradia, infraestrutura de transporte, acesso à saúde, educação de qualidade, serviços públicos como energia elétrica e água potável, de modo sistemático e que tenha intencionalidade pedagógica, contribui em grande medida com a formação de cidadãos comprometidos, participativos e proativos.
Perguntas propostas ao Foro:
Quais desigualdades você acredita mais afetarem seu país?
Quais as possíveis causas dessas desigualdades?
Que elementos do contexto escolar e social você vê como relevantes para ser tema de formação nas ciências sociais?
Como fomentar a participação cidadã no meio escolar?
Que conteúdos, categorias e conceitos você ensinaria sobre as desigualdades?
Como averiguar as concepções pessoais dos estudantes sobre esses fenômenos?
Que estratégias proporia para ensinar a respeito das desigualdades dentro e fora da sala de aula?
Referências
Cárdenas, J. & Zuleta, H., 2020, Efectos es pobreza y desigualdad del COVID-19 en Colombia: un retroceso de dos décadas. Facultad de Economía. Universidad de los Andes', Nota macroeconómica, 20, págs.1–4. Disponible en https://uniandes.edu.co/sites/default/files/asset/document/notamacro20.pdf
García Pérez, Francisco F. (2021) De las dificultades, posibilidades y retos del trabajo en torno a problemas. REIDICS: Revista de Investigación en Didáctica de las Ciencias Sociales. 9, 6-13. https://doi.org/10.17398/2531-0968.09.6
González, N. y Santísteban, A. (2020). Alfabetización crítica para interpretar problemas sociales. Íber. Didáctica de las Ciencias Sociales, Geografía e Historia, 99, 39-45.
Ho LC, McAvoy P, Hess D, Gibbs B (2017) Enseñar y aprender sobre cuestiones y temas controvertidos en los estudios sociales: una revisión de la investigación. En: El manual Wiley de investigación en estudios sociales. Wiley, Págs. 321–335
Mills, M., McGregor, G., Baroutsis, A., Te Riele, K., & Hayes, D. (2016). Alternative education and social justice: considering issues of affective and contributive justice. Critical Studies in Education, 57(1), 100–115. https://doi.org/10.1080/17508487.2016.1087413
Ruales Suarez, K. J., & Ortiz Benavides, E. (2022). Desigualdad y pobreza en Colombia: ¿Cuál es el dilema? Semestre Económico, 24(57), 98-124. https://doi.org/10.22395/seec.v24n57a5
Sánchez-Torres, R. M. (2017). Desigualdad del ingreso en Colombia: un estudio por departamentos. Cuadernos de Economía, 36(72), 139-178.
Santisteban, A. (2019). La enseñanza de las ciencias sociales a partir de problemas sociales controvertidos: Estado de la cuestión y resultados de Investigación. El futuro del Pasado, 10 57-79.
Uribe-Gómez, M. y Londoño, A.-J. (2023). Desigualdad (es) y pobreza, problemas persistentes en Colombia: reflexiones para una agenda urgente. Forum. Revista Departamento de Ciencia Política, (23), 171–189. https://doi.org/10.15446/frdcp.n23.107138
Zajda, J., Majhanovich, S., Rust, V., & Martín Sabina, E. (Eds.). (2006). Education and Social Justice (1st ed. 2006.). Springer Netherlands. https://doi.org/10.1007/1-4020-4722-3
Felicito a las personas que habéis iniciado este debate, pues es necesario relacionar las desigualdades que se observan en la vida cotidiana, medidas por diversas estadísticas, con las percepciones personales de las mismas. Y eso sucede con las personas que transitan por nuestras aulas y que llamamos alumnos y alumnas.
ResponderEliminarPara averiguar lo que piensan es necesario crear situaciones de aprendizaje que tengan relación con su vida cotidiana: comprar vestidos, comida rápida... el deseo de viajar a conocer lugares exóticos, utilizar los cuerpos como objetos... son numerosas las ocasiones en las que el mercado financiero nos estimula a usar y tirar objetos, incluso nuestras propias personas. Por eso es necesario relacionar la objetividad de las estadísticas con la subjetivización de las percepciones de las representaciones sociales de las mismas. Y aquí es preciso disponer de un tiempo escolar diferente al ritmo trepidante de las redes sociales o de las televisiones
Mi nombre es Josep Altur Pons, alumno de 4º G y estudiante del Grado de Educación Primaria en la Universitat de València.
EliminarConsidero que la desigualdad es un fenómeno omnipresente en las sociedades actuales, y su manifestación en el ámbito educativo es particularmente preocupante. La educación debería ser un instrumento de igualdad, proporcionando a todos los estudiantes las mismas oportunidades de éxito. Sin embargo, en muchos países, las desigualdades socioeconómicas se traducen en desigualdades educativas, perpetuando un ciclo de pobreza y exclusión social. Este comentario aborda cómo enseñar sobre desigualdades en países profundamente desiguales, a partir de las percepciones del profesorado en formación.
En primer lugar, es fundamental entender que las desigualdades en el ámbito educativo están estrechamente vinculadas a las desigualdades económicas y sociales. Según la UNESCO (2021), en muchos países de América Latina y el Caribe, el acceso a una educación de calidad está condicionado por factores como el nivel socioeconómico, la ubicación geográfica y el origen étnico de los estudiantes. Por ejemplo, los estudiantes de zonas rurales y aquellos pertenecientes a minorías étnicas suelen tener menos acceso a recursos educativos y enfrentan mayores barreras para continuar su educación.
El profesorado en formación debe ser consciente de estas desigualdades y estar preparado para abordarlas en el aula. La inclusión de temas relacionados con la justicia social y la equidad en el currículo de formación docente es esencial. Según un estudio de García y Cuenca (2020), los futuros docentes que reciben formación específica en estas áreas muestran una mayor sensibilidad hacia las desigualdades y están mejor equipados para implementar prácticas pedagógicas inclusivas.
Reflexiono sobre la enseñanza de las desigualdades en contextos profundamente desiguales, y considero que los docentes tienen un papel crucial en la promoción de la equidad. Es importante que los futuros maestros no solo comprendan las causas y consecuencias de las desigualdades, sino que también desarrollen estrategias pedagógicas que promuevan la inclusión y el respeto por la diversidad. Esto incluye el uso de metodologías participativas, la creación de un entorno de aprendizaje inclusivo y el fomento del pensamiento crítico entre los estudiantes.
Para concluir, diré que abordar las desigualdades en la educación requiere un enfoque integral que combine la sensibilización, la formación y la acción. Los docentes deben estar preparados para enfrentar estos desafíos y trabajar activamente para garantizar que todos los estudiantes, independientemente de su origen, tengan las mismas oportunidades de éxito.
Fuentes y bibliografía
García, J., & Cuenca, M. (2020). Formación del profesorado y justicia social: Una revisión crítica. Revista de Educación y Justicia Social, 10(2), 123-145.
UNESCO. (2021). Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2021/2: América Latina y el Caribe. UNESCO.
Hola, soy Julian Felipe Garcia de la Universidad Pedagógica Nacional, Colombia.
EliminarSi bien debo admitir que no soy un experto en este tema si es una discusión que se debe llevar a las aulas donde se forman los futuros docentes y responsables de la educación. Fomentar la crítica hacia lo que consideramos la verdad absoluta o la única manera de ver el mundo es algo que debe de estar en nuestra lista de quehaceres en las aulas.
Pienso yo, desde mi punto de vista y vuelvo a aclarar que para nada experto, que si se quiere comenzar por un verdadero cambio para bien es el cambiar como vemos a los demás. Personas pertenecientes a otras etnias, nacionalidades, religiones, género, etc., son usualmente vistos como algo ajeno - desde mi experiencia en las aulas como estudiante - o algo aparte a nosotros lo cual no hace, sino ayudar a incrementar esta desigualdad y lo que es peor, en los más pequeños.
Igual la educación en el hogar es algo a tener en cuenta, el que aprenden los niños de sus padres u otras figuras. Si bien es evidente que la irrupción del maestro en la educación en el hogar casi siempre es vista con malos ojos por los padres, también debemos tener presente esto como un elemento de gran peso en la formacion del niño. Pienso que debemos ejercer nuestra labor docente para crear un contraste entre las ideas de la escuela y el hogar en el niño para que el mismo llegue a sus propias conclusiones.
Este tema me toca de manera muy personal, porque hablar de desigualdades en países como los nuestros es algo que vivimos a diario. No es solo un concepto abstracto que se discute en las aulas, sino una realidad palpable en cada esquina. Me pregunto constantemente cómo puede la escuela hacer algo frente a esto. Si bien las soluciones estructurales vienen del Estado y de políticas públicas, creo firmemente que la educación tiene un papel transformador fundamental. Es en el aula donde los estudiantes empiezan a ver y a cuestionar las injusticias que los rodean.
ResponderEliminarPara mí, la enseñanza de las desigualdades no puede limitarse a dar datos o cifras. Necesitamos enseñarles a los estudiantes a mirar críticamente su realidad, a identificar cómo esas desigualdades se manifiestan en su entorno más cercano: el acceso a la salud, la vivienda, la educación de calidad. Pero también a pensar en cómo ellos mismos, desde su posición, pueden convertirse en agentes de cambio.
Siento que la clave está en formar no solo estudiantes con conocimientos, sino ciudadanos con compromiso social, capaces de actuar y cuestionar. A veces me pregunto si realmente lo estamos logrando desde las prácticas pedagógicas actuales. ¿Estamos siendo lo suficientemente intencionales y críticos al abordar estas cuestiones?
-Danielle Ledesma, Universidad de los Andes, Colombia.
Hola, soy Anderson Carvajal, estudiante de Licenciatura en Matemáticas de la Universidad de los Andes, Colombia.
ResponderEliminarSi bien no tengo el conocimiento suficiente para poder abordar un tema de esta índole, considero que igual tengo la responsabilidad de aprender al respecto, e intentar hacer algún aporte desde una disciplina como las matemáticas.
Para empezar creo que las desigualdades, de cualquier estilo, provienen de una constante necesidad de riqueza y de superioridad carente de empatía. Quienes terminan con más poder adquisitivo que el resto de una población, rara vez piensan en ayudarles a esas personas poco privilegiadas, y a raíz de esto se desprenden otras desigualdades.
Colombia tiene todo tipo de desigualdades y todas tienen su grado de afectación a la sociedad; sin embargo, creo una de las más determinantes es la desigualdad socioeconómica, principalmente enfocada en la educación. Creo esto porque me he dado cuenta de que educar a las personas puede ser una solución para concientizar a las poblaciones sobre el lugar que viven y las personas con quienes cohabitan, y si se pudiese buscar la manera de que la educación abarcara casi que por completo este tema, tal vez los problemas de la sociedad se reducirían un poco.
Considero que hablar de desigualdades no se puede hacer solo con palabras, sino que con hechos, y por fortuna pero también por desgracia, todos vivimos algún tipo de desigualdad. Partiendo de esto, considero que se podría profundizar en las razones generales por las cuales se producen las desigualdades.
Por otra parte, fomentar la participación ciudadana desde el medio escolar es algo complejo, y creo que tampoco tengo muy claro qué es lo que se podría hacer. Desde que tengo memoria en mi colegio siempre se repetía el modelo democrático para la elección de un representante, incluso yo lo fui en más de una ocasión. Aun teniendo este rol, ocurría a menor escala lo que creo que pasa con el sistema electoral del país, si la persona elegida no cumplía con lo que prometía, posteriormente no pasaba nada, entonces uno termina pensando, ¿qué sentido tiene votar? Dicho esto, me parece que es importante generar la conciencia de que es preferible contribuir con un voto, con una participación, o con alguna acción, de modo que uno pueda quedar tranquilo de que no repitió el patrón, sino que, por el contrario, trató de hacer algo diferente.
Como mencioné previamente, creo que no tengo los conocimientos suficientes sobre desigualdades, pero de todos modos haría todo lo posible por conocer todo lo necesario para poder abarcar un tema así desde las matemáticas. No tengo claro los contenidos, categorías o conceptos que podría involucrar, pero sí creo que desde mis números podría aportar mucho a las reflexiones sobre esto.
Finalmente, y también como lo mencioné previamente, dado que todas las personas viven algún tipo de desigualdad, trataría de generar constantes cuestionamientos en los estudiantes en este tipo de situaciones, y buscaría la manera de hacerles pensar en posibles soluciones, porque es posible que una propuesta por parte de un estudiante que ha vivido muchas desigualdades sea más apropiado que lo que yo creo y lo que he vivido desde mis privilegios.
Es un tema muy interesante en general, y creo que es uno de esos contenidos que deberían tratarse de manera interdisciplinar, afecta a todos en cierta medida.
Hola, soy Luis Miguel Suarez docente en formación en la disciplina de Biología de la universidad de los andes, primero que todo darles las gracias a los profesores que abrieron este foro, porque es un tema de gran relevancia en América latina y es importante debatir sobre ello y brindar propuestas de cambio.
ResponderEliminarComo educador, creo que la escuela es el espacio ideal para hablar de estos temas porque aquí es donde los jóvenes desarrollan su sentido de justicia y empatía. Si desde pequeños aprenden a reconocer las desigualdades, a entender sus causas y a pensar en soluciones, estarán mejor preparados para ser ciudadanos que luchen por un mundo más justo. Además, enseñar sobre desigualdad no solo les permite reflexionar sobre su entorno, sino también les da herramientas para actuar y convertirse en agentes de cambio en sus comunidades.
Principalmente voy abordar el tema en base a la pregunta ¿Cómo se puede fomentar la participación ciudadana desde el medio escolar? Creo que una manera efectiva de fomentar la participación ciudadana en la escuela es mediante proyectos de aprendizaje que conecten a los estudiantes con su comunidad (Colombia diversa). Al hacerlo, los invito a observar y analizar los problemas locales que les afectan, como la falta de acceso a servicios básicos o la calidad de la infraestructura, para luego proponer soluciones. Siento que esto les da un sentido de pertenencia y les ayuda a entender que sus ideas pueden generar cambios reales. También me parece esencial que en el currículo (esencial en Colombia)se incluya la educación cívica y política, ya que esto les permite conocer cómo funcionan las instituciones, sus derechos y deberes como ciudadanos, y las diferentes formas en que pueden involucrarse activamente, ya sea participando en elecciones tempranas de personero, contralor etc. Así como lo relacionaba mi colega Anderson Carvajal de la universidad de los Andes en el comentario anterior, porque, creo en la importancia de fomentar el liderazgo juvenil dentro de la escuela.
Ahora, al enseñar sobre las desigualdades, me parece clave abordar las diferentes formas en que estas se presentan. Por ejemplo, hablar sobre desigualdades económicas, étnicas, de género o en el acceso a la educación y salud. Siento que es fundamental que los estudiantes comprendan las causas históricas y estructurales de estas desigualdades, como el colonialismo, la esclavitud o las decisiones políticas que han afectado nuestra región, especialmente en Colombia. Sumando la importancia que comprendan conceptos como la justicia social, la equidad y los derechos humanos.
Por último, en base a la pregunta ¿Qué estrategias propondrías para enseñar el tema de las desigualdades dentro y fuera del aula escolar? Es una pregunta muy esencial y que cada docente debería hacérsela y reflexionar en base a ello ya sea de cualquier disciplina, porque no solo en ciencias sociales se debería enseñar estos temas, si no que en cualquier disciplina se puede abordar y así contribuir a la finalidad de que seamos una sociedad más justa, por ende lo que propongo en respuesta a la pregunta anteriormente dicha, es que dentro del aula, se pueden utilizar estrategias participativas y críticas. Por ejemplo, los debates y mesas redondas permiten que los estudiantes discutan y reflexionen sobre las distintas formas de desigualdad, mientras que los estudios de casos y los proyectos de investigación les brindan la oportunidad de analizar problemas reales en su entorno.
Por otro lado, fuera del aula, es recomendable realizar salidas de campo a comunidades locales o instituciones sociales, donde los estudiantes puedan ver de primera mano cómo se manifiesta la desigualdad y dialogar con personas que enfrentan estas realidades. Además, se puede incentivar a los estudiantes a crear campañas de sensibilización para visibilizar los problemas de desigualdad que afectan a su comunidad, utilizando medios digitales y redes sociales.
Buen día para todos los lectores de este foro, mi nombre es Manuel Romero y soy estudiante de la Licenciatura en Ciencias Sociales de la Universidad pedagógica nacional. Desde mi punto de vista opino que as desigualdades se originan por diversos motivos que abarcan desde el legado de la colonización, la acumulación de poder por parte de unas escasas élites, hasta cuestiones actuales como la corrupción y la ineficacia de los gobiernos. Además, varios elementos culturales fortalecen los estereotipos y la discriminación en particular hacia grupos étnicos, de género y personas con discapacidad promoviendo así la exclusión. En Colombia las disparidades socioeconómicas son particularmente severas impactando el acceso a una educación, atención sanitaria y a un empleo digno, mientras que históricamente las comunidades indígenas y afrocolombianas han sido relegadas. En este caso la educación debe tratar asuntos como la historia nacional, la violencia estructural y las luchas sociales por la igualdad, relacionando la teoría con situaciones específicas que faciliten a los alumnos la conexión de estos asuntos con su realidad. Para promover la participación de los ciudadanos, resulta crucial establecer espacios de discusión en el salón de clases, llevar a cabo simulacros de elecciones y proyectos comunitarios que engloben a los alumnos en cuestiones locales. Los temas a impartir deberían abarcar justicia social, derechos humanos, clases sociales, evidenciando cómo distintas formas de opresión se entrelazan y impactan a los individuos. Para entender las perspectivas de los alumnos, se pueden emplear cuestionarios, discusiones y análisis de casos prácticos. En el salón de clases, el aprendizaje fundamentado en proyectos o situaciones reales resulta beneficioso para meditar acerca de las desigualdades. Además, fuera del salón de clases, la labor en terreno en comunidades en situación de vulnerabilidad proporcionaría a los alumnos la oportunidad de observar y examinar de manera directa estos fenómenos. Adicionalmente, la utilización de tecnologías y materiales multimedia puede vincular a los alumnos con realidades tanto globales como locales. Por ultimo queda agradecer y despedirme con un fraternal abrazo de mi parte y de la Universidad pedagógica nacional para todos.
ResponderEliminarQuisiera extender un cordial saludo para todos, mi nombre es Karen Conde, estudiante de primer semestre de la Universidad Pedagógica de Colombia.
ResponderEliminarLa desigualdad considero, es muy importante de traer a colación en una actualidad llena de esta. Las desigualdades que más afectan a Colombia son aquellas que quiebran el tejido humano en su base: las brechas en la educación, el acceso a la salud, la justicia y el territorio, son desigualdades que no solo privan de oportunidades, sino que también silencian voces y sueños, dejando una parte del país en la sombra mientras otra camina hacia la luz. Estas divisiones nos recuerdan que la igualdad sigue siendo un horizonte, una esperanza, que aún estamos llamados a construir, como lo dice Eduardo Galeano, en su libro Las venas abiertas de América Latina: “La división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder. Nuestra comarca del mundo, que hoy llamamos América Latina, fue precoz: se especializó en perder desde los remotos tiempos en que los europeos del Renacimiento se abalanzaron a través del mar y le clavaron los dientes en la garganta.”
Las causas de estas desigualdades se entrelaza con una historia marcada por la desigual distribución de la tierra y los recursos, la herencia colonial, y la trayectoria de un sistema que privilegiar a unos pocos mientras olvida a muchos, al igual que el conflicto armado, la corrupción, y el abandono de ciertos territorios. Las desigualdades en Colombia son, en parte, el reflejo de una historia que aún busca sanar y reencontrarse consigo misma, y que es muy importante llevar a las aulas, se necesita trabajar en el contexto escolar, temas como la equidad, la justicia social, la diversidad cultural, y la historia de Colombia, así como en el ámbito social, se deben comprender los movimientos ciudadanos, el rol de las comunidades y la identidad cultural para que de esta manera se forme una conciencia colectiva.
Fomentar es darle voz a cada estudiante, es crear espacios donde cada opinión importe y cada propuesta sea escuchada, es decir, implica realizar actividades en las que el aula se convierta en un espacio activo y reflexivo, y lo propongo a través de: foros, proyectos comunitarios, asambleas y encuentros con líderes sociales, de esta forma, los estudiantes comienzan a ver la ciudadanía no como un concepto abstracto y aislado, sino como una práctica viva, que se nutre del respeto, la colaboración y el amor por el bien común. Así, para abordar las desigualdades, sería fundamental enseñar conceptos como la equidad, los derechos humanos, la justicia social y la participación comunitaria, además de incluir temas como la historia del conflicto en Colombia, las migraciones, el derecho al territorio y la memoria histórica, contenidos que permiten a los estudiantes comprender las raíces de las desigualdades y las alternativas que se pueden desarrollar para construir un país justo y solidario.
Considero que a partir de lo enseñado, podemos invitar a los estudiantes a reflexionar en espacios seguros, usando actividades de expresión personal e inmersiva como diarios, debates, proyectos creativos y grupales, donde mediante ellos, podrán compartir vivencias y perspectivas, permitiéndo entender sus concepciones sobre las desigualdades. Por lo tanto, dentro del aula, propondría la implementación de proyectos colaborativos, análisis de testimonios y discusiones abiertas que permitan a los estudiantes explorar las desigualdades de manera activa y significativa. Fuera del aula, podría ser enriquecedor organizar visitas a comunidades, charlas con líderes sociales y actividades de voluntariado como estrategias para sensibilizar y acercar a los estudiantes a realidades distintas a las suyas, permitiendoles entender contextos diferentes y animarlos a trabajar a partir de estos.
Estas son mis respuestas en cuanto a este foro, agradezco mucho la atención y el tiempo de querer desarrollar discusiones sobre temas que nos competen a todos desde una perspectiva pedagógica y social.
Raquel Jover Toledo, 4º G Grado Educación Primaria - Universitat de València
ResponderEliminarEste fragmento pone en discusión la importancia de abordar las desigualdades sociales, económicas, étnicas y de género en el ámbito educativo, especialmente en países con profundas brechas sociales como los de América Latina. En este comentario me centraré especialmente en la pregunta: ¿Qué enseñar sobre desigualdades y cómo enseñar?
Por un lado, es importante conocer que el estudio de las desigualdades es un tema complejo que no debe quedarse únicamente con la transmisión y adquisición de conocimientos sobre la realidad social y económica, si no que va más allá. El papel del docente es fundamental, de modo que, una formación correcta es imprescindible para abordar dicha enseñanza, ya que debe fomentar el pensamiento crítico de los alumnos, además de lograr que los alumnos identifiquen y entiendan las causas y consecuencias sobre las desigualdades de su entorno.
En primer lugar, es fundamental que los alumnos conozcan tanto las causas y consecuencias, como las manifestaciones de desigualdades que podemos observar en distintos aspectos de la vida cotidiana como en la sanidad, educación, o en cualquier servicio público. Además de los tipos de desigualdad que existen, no solo a nivel económico sino también desigualdades de género o étnicas.
En segundo lugar, otro aspecto fundamental a trabajar en relación con las desigualdades es la acción social, es decir, ¿que podemos hacer nosotros como ciudadanos para actuar contra las desigualdades? Me parece de vital importancia dotar al alumnado de herramientas y estrategias que permitan desarrollar, mediante el trabajo colaborativo, un pensamiento crítico y comprometido con la sociedad.
Por otro lado, en cuanto a la metodología es esencial que se base en métodos participativos y reflexivos que favorezcan el aprendizaje significativo del alumno. Es importante realizar actividades en las que el alumnado sea el centro del aprendizaje, dando lugar a cuestiones y experiencias personales sobre las injusticias sociales, así como actividades que traten desigualdades de su entorno más cercano para favorecer, como he dicho anteriormente, el aprendizaje significativo. También, actividades que permitan al alumnado expresar opiniones y reflexiones propias sobre este tema, como debates o tertulias.
En segundo lugar, cabe mencionar la importancia de actividades prácticas que traten de mostrar al alumnado la realidad de su entorno como por ejemplo excursiones a comunidades menos desarrolladas.
En conclusión, la educación en temas de desigualdad debe ir más allá de una simple transmisión de conocimiento; debe ser un proceso activo de construcción de conciencia social y compromiso. El rol del docente es fundamental en este proceso ya que sus percepciones y metodologías determinan el impacto de este aprendizaje en las generaciones futuras.
Roser Colomer Masip, 4º G Grado Educación Primaria - Universitat de València
ResponderEliminarEl término desigualdad hace referencia a una realidad presente que afecta de manera importante en el ámbito educativo de una gran variedad de países, podemos afirmar que es un gran desafío en la actualidad. En el foro se anima a pensar cómo los docentes pueden tratar las desigualdades en entornos con grandes desigualdades tanto económicas, como sociales.
Es un tema relevante ya que de esta forma podemos enseñar al alumnado sobre la justicia social y la empatía, con el objetivo que se formen ciudadanos comprometidos y conscientes de la realidad que les afecta y de su entorno. Estas circunstancias afectan por una parte a los estudiantes y al mismo tiempo a los docentes, en concreto en países de América Latina, donde las brechas socioeconómicas son muy marcadas.
Debe haber una educación donde se trabaje la desigualdad de varias formas, tanto de manera teórica como práctica a través de actividades o debates dentro del aula que activen la capacidad de pensar de forma crítica en el alumnado porque les hará reflexionar. De modo que, en este caso el docente actuará como agente de cambio. Para trabajar de forma práctica podemos implantar el uso de estudios de caso, investigaciones locales, de forma que estas actividades estén relacionadas con la vida cuotidiana del alumnado. Incorporando elementos distintos a los libros de texto recursos que se puedan tener a mano que permitan al alumnado comprender las causas de las desigualdades y viendo como pueden actuar dentro de estas.
Trabajando de esta forma se desarrollará un espacio educativo el el que se encuentre el compromiso con el cambio social. Así como también comprender la relevancia de la justicia social y la equidad de las personas.
Bibliografía:
Palacios Mena, N., & Torres-Pérez, L. G. (2024). "Percepciones del profesorado en formación sobre desigualdades". Foro Geoforo Iberoamericano de Educación, Geografía y Sociedad.
ResponderEliminarSandra Camps Ros, 4º G, Grado Educación Primaria - Universitat de València
Introducción al problema
La enseñanza sobre las desigualdades en países con marcadas diferencias sociales y económicas, como los que existen en Iberoamérica y en algunas regiones de España, supone un reto fundamental para el sistema educativo. Si bien es cierto que muchas de las soluciones para reducir estas desigualdades deben surgir desde políticas estructurales impulsadas por los Estados, la educación es una herramienta poderosa para formar ciudadanos críticos y conscientes de su entorno social. En este contexto, la escuela es clave para sensibilizar a los estudiantes sobre las desigualdades y dotarlos de habilidades para comprenderlas, cuestionarlas y actuar en consecuencia (Campo, García Monteagudo & Souto, 2024). La integración de estos temas en los currículos escolares busca no solo una comprensión teórica, sino un compromiso activo de los estudiantes con su entorno (García Monteagudo & Torres, 2019).
Causas de las desigualdades y su abordaje en el ámbito escolar
El análisis de las desigualdades sociales en países como España y otros de América Latina revela una gran variedad de factores que las perpetúan, tales como el acceso desigual a servicios básicos, recursos educativos y oportunidades de desarrollo. Las diferencias en el acceso a una educación de calidad y a servicios esenciales, como la vivienda o la salud, son solo algunos ejemplos de cómo las condiciones socioeconómicas afectan las oportunidades individuales (Cascales & Meleán, 2021). Estas desigualdades se reflejan en el ámbito escolar, donde es fundamental que los docentes en formación desarrollen estrategias para enseñar estos temas de manera inclusiva y crítica, ayudando a los estudiantes a relacionar estos problemas con su propia realidad y fomentando así la empatía y el compromiso social (Fita & Barbosa, 2020).
Al tratar el tema de las desigualdades, es crucial hacerlo de manera pedagógica y contextualizada. Las ciencias sociales ofrecen un espacio adecuado para explorar estos temas y permiten a los estudiantes reflexionar sobre el impacto de las desigualdades en su vida diaria, contribuyendo al desarrollo de una conciencia crítica sobre las estructuras sociales que perpetúan estas diferencias (Campo et al., 2024). A través de actividades que exploren casos de desigualdad local y global, los estudiantes pueden llegar a comprender los conceptos de justicia social, equidad y derechos humanos, logrando así una conexión profunda y significativa con los contenidos.
Reflexión sobre estrategias para enseñar las desigualdades
Promover una enseñanza que impulse la participación ciudadana y el cuestionamiento de las desigualdades requiere de metodologías activas que involucren a los estudiantes en el análisis de su entorno social. Actividades como debates, estudios de casos reales y la investigación en torno a temas de desigualdad en su comunidad permiten que los estudiantes vean la relevancia práctica de lo que están aprendiendo (Fita & Barbosa, 2020). Además, el uso de recursos multimedia y el análisis de noticias sobre temas de equidad pueden ayudar a los estudiantes a relacionarse de manera crítica con la información que reciben y a desarrollar un sentido de responsabilidad cívica.
Otra estrategia efectiva para el aula es involucrar a los estudiantes en proyectos de servicio comunitario o en visitas a organizaciones sociales, en las que puedan ver de cerca cómo se manifiestan las desigualdades y cómo se pueden abordar (García Monteagudo & Torres, 2019). Estas experiencias fomentan la empatía y fortalecen la comprensión de los estudiantes sobre las diversas causas y consecuencias de la desigualdad. En este sentido, el Geoforo Iberoamericano se ha consolidado como una plataforma que facilita la colaboración entre docentes y el intercambio de buenas prácticas para abordar estos temas en el aula, mostrando experiencias de otros contextos que resultan enriquecedoras para el futuro docente (Campo et al., 2024).
Sandra Camps Ros, 4º G, Grado Educación Primaria - Universitat de València
ResponderEliminarSegunda parte
Conclusión
Enseñar sobre las desigualdades desde la educación primaria y secundaria es una tarea esencial para formar una ciudadanía consciente y activa. En países como España, es especialmente importante que los futuros docentes integren en su formación un enfoque crítico y socialmente comprometido, que les permita enfrentar los desafíos que plantea un mundo profundamente desigual. Mediante una enseñanza basada en la justicia social y orientada a la acción, los estudiantes pueden desarrollar una comprensión profunda de las desigualdades y un compromiso con su reducción (Campo, García Monteagudo & Souto, 2024; García Monteagudo & Torres, 2019). Los docentes en formación, así como las plataformas colaborativas como el Geoforo, juegan un papel vital en la construcción de este tipo de enseñanza, que es clave para la equidad y la justicia social en las generaciones futuras.
Bibliografía
Campo, B., García Monteagudo, D., & Souto, X. (2024). Formando ciudadanos críticos en el Geoforo. Ponencia presentada en el XVII Coloquio de Geocrítica, Universidad de Rio de Janeiro.
Cascales, M., & Meleán, L. (2021). La pandemia y el Geoforo. En Campo, B., García Monteagudo, D., Rodríguez, M.A., & Souto, X.M. Los problemas de la geografía escolar y la pandemia (pp. 21-32). Nau Llibres.
Fita, S., & Barbosa, Y. (2020). Experiencias desde el Geoforo Iberoamericano: prácticas docentes en la enseñanza y el aprendizaje de la geografía en la escuela y la universidad. Anekumene, 16, 60-68.
García Monteagudo, D., & Torres, L.G. (2019). Representaciones sociales acerca de las unidades didácticas, análisis del foro 10. En L. Rodríguez, N. Palacios y X.M. Souto (coords.), La construcción global de una enseñanza de los problemas sociales desde el Geoforo Iberoamericano (pp. 199-216). Geo Crítica
Yeray Rubio, 4º G, Grado Educación Primaria - Universitat de València
ResponderEliminarEn primer lugar, me gustaría coger la pregunta: “¿Qué estrategias propondrías para enseñar el tema de las desigualdades dentro y fuera del aula escolar ?”, y desarrollar mi opinión.
La enseñanza sobre las desigualdades sociales en el contexto escolar es crucial para fomentar una conciencia crítica en los estudiantes y promover una sociedad más justa e inclusiva. Las desigualdades pueden ser económicas, de género, étnicas, entre otras, y afectan tanto al ámbito escolar como a la vida cotidiana de los estudiantes. Dado que este tema puede ser complejo y sensible, es esencial implementar estrategias pedagógicas que faciliten su comprensión y reflexión en un ambiente seguro y respetuoso. Según Freire (1970), la educación debe servir para el desarrollo de una conciencia crítica en los estudiantes, empoderándolos para cuestionar las estructuras de poder y opresión. En este contexto, resulta indispensable explorar estrategias que permitan abordar el tema de las desigualdades dentro y fuera del aula escolar.
Una primera estrategia consiste en la integración de metodologías activas de aprendizaje, tales como el aprendizaje basado en proyectos (ABP) y el aprendizaje colaborativo. Estas metodologías permiten a los estudiantes investigar y reflexionar sobre casos de desigualdad reales en su entorno, promoviendo así un aprendizaje significativo y contextualizado (Johnson, Johnson y Smith, 1998). En el ABP, por ejemplo, se puede pedir a los estudiantes que identifiquen una problemática de desigualdad en su comunidad y propongan soluciones, desarrollando así una empatía y un entendimiento más profundo de cómo las desigualdades impactan a las personas de manera concreta.
Por otro lado, resulta relevante promover la inclusión de contenidos relacionados con la justicia social y los derechos humanos en el currículo escolar. Este enfoque permite que los estudiantes comprendan las desigualdades, no solo desde una perspectiva académica, sino también desde una perspectiva ética y de derechos. La UNESCO (2015) ha señalado que la educación en derechos humanos es esencial para preparar a los estudiantes a convertirse en ciudadanos responsables y comprometidos con la equidad y la justicia social.
Por último, y a modo de reflexión, la enseñanza sobre desigualdades dentro y fuera del aula representa un desafío, pero también una oportunidad para fomentar en los estudiantes una comprensión crítica y reflexiva del mundo en el que viven. En un contexto global donde las desigualdades continúan siendo una realidad persistente, es fundamental que la educación promueva la empatía, el respeto y la acción social. De este modo, los estudiantes estarán más preparados para actuar en favor de una sociedad más equitativa.
Referencias:
- Freire, P. (1970). *Pedagogía del oprimido*. Siglo XXI Editores.
- Johnson, D. W., Johnson, R. T., & Smith, K. A. (1998). *Active Learning: Cooperation in the College Classroom*. Interaction Book Company.
- UNESCO. (2015). *Educación para la ciudadanía mundial: Temas y objetivos de aprendizaje*. UNESCO.
Elena Ruiz Andreu, 4ºG, Grado Educación Primaria - Universitat de València
ResponderEliminarLa desigualdad es un fenómeno persistente y multifacético que se manifiesta en ámbitos como la etnia, la economía, el género y las discapacidades. A pesar de los esfuerzos de los Estados mediante políticas públicas y los avances en ciencia y tecnología, las brechas sociales continúan ampliándose, particularmente en regiones como América Latina, históricamente marcadas por la inequidad. Este contexto coloca a la escuela como un espacio central para enfrentar estas problemáticas, ya que las políticas estructurales por sí solas no logran un impacto suficiente si no se complementan con un trabajo educativo que fomente la conciencia crítica y el compromiso ciudadano.
La escuela es el lugar donde los futuros ciudadanos adquieren no solo conocimientos académicos, sino también habilidades y valores que les permiten entender y cuestionar las desigualdades que los rodean. Desde la perspectiva de la justicia social, autores como Mills et al. (2016) destacan la importancia de dotar a los estudiantes con herramientas para identificar y actuar frente a las desigualdades en sus entornos. Además, la inclusión de temas socialmente relevantes en los currículos escolares, como lo indican investigaciones recientes (González y Santisteban, 2020; Ho et al., 2017), resulta crucial para hacer visible la relación entre estas desigualdades y factores como el acceso a servicios básicos, salud, educación y vivienda digna.
En América Latina, la situación es especialmente crítica. Las brechas en la calidad de la educación entre sectores urbanos y rurales, o entre instituciones privadas y públicas, perpetúan las disparidades sociales. Esto se ve agravado por currículos que, en muchas ocasiones, carecen de un enfoque explícito en justicia social. Aunque la legislación educativa plantea la necesidad de formar ciudadanos comprometidos, este compromiso rara vez se traduce en acciones concretas dentro del aula, dejando a muchos estudiantes sin herramientas para entender las causas de las desigualdades o para actuar en consecuencia.
La escuela debe asumir un rol protagónico en la lucha contra las desigualdades. No se trata solo de enseñar sobre desigualdad, sino de hacerlo de una manera que permita a los estudiantes conectar estas temáticas con sus propias experiencias y contextos. La educación debe ser un espacio donde los estudiantes puedan reflexionar críticamente sobre la injusticia y desarrollar habilidades para participar activamente en su transformación. Esto requiere docentes comprometidos, formados no solo en contenidos, sino también en pedagogías que promuevan la inclusión y la participación activa.
Sin embargo, la responsabilidad no puede recaer únicamente en la escuela. Es fundamental un compromiso integral por parte del Estado y la sociedad. Políticas públicas efectivas, recursos adecuados para las escuelas y un cambio en la mentalidad de las comunidades son necesarios para que la educación cumpla su potencial transformador. En última instancia, el desafío de abordar la desigualdad desde la educación es una tarea colectiva, donde cada actor debe asumir su papel en la construcción de un mundo más justo.
Lorena Gras Alcoy, 4º G Grado Educación Primaria - Universitat de València
ResponderEliminarHola Angel:
Me parece interesante lo que comentas sobre la desigualdad en la educación y la necesidad de enfoques inclusivos para enfrentarla. La educación debería ser una herramienta clave para reducir la desigualdad y, a su vez, garantizar que todos tengan las mismas oportunidades. Sin embargo, tal y como señala el informe de la UNESCO (2020) la discriminación por razón de género, origen étnico, pobreza o discapacidad sigue siendo un gran desafío en los sistemas educativos de todo el mundo.
Es por ello, que tal y como dicen Palacios, Guillermo y otros (2024) en muchas ocasiones, las políticas de gobierno y los progresos científicos y tecnológicos parecen no ser suficientes para reducir o resolver de forma significativa las desigualdades relacionadas con la etnia, la situación económica, el género o la discapacidad que existen en la sociedad.
Para que la educación sea realmente inclusiva, es necesario no solo mejorar el acceso a los recursos y tecnologías, sino también adaptar los contenidos y enfoques pedagógicos a la diversidad y las necesidades de los estudiantes. García Pérez (2021) destaca que tratar problemas sociales en las clases puede ayudar a trabajar la equidad, ya que permite incluir temas importantes para los estudiantes y conectarlos con su vida y su entorno. Por lo que es fundamental diseñar enfoques educativos que no solo se centren en la transmisión de conocimientos, sino también en el desarrollo de las competencias para que los alumnos comprendan y analicen la realidad.
De este modo, es fundamental no solo proporcionar los recursos, sino también preparar a los profesores para manejar esta diversidad.
La escuela es el espacio donde los profesores no solo transmiten conocimientos, sino que ayudan a los estudiantes a comprender, discutir y reflexionar sobre las desigualdades que viven o ven a su alrededor. Los docentes deben presentar enfoques que respeten la diversidad, ya que todos venimos de culturas y situaciones diferentes. Comenzar a respetar estos en el aula ayuda a que los alumnos entiendan mejor por qué existen estas diferencias o desigualdades y qué pueden hacer para reducirlas.
Para lograr una educación inclusiva, es necesario que se trabaje conjuntamente para eliminar las barreras que generan desigualdad. Los docentes deben estar preparados para atender la diversidad, además, los contenidos se deben adaptar a la necesidades de los estudiantes y que a su vez fomenten la reflexión sobre los problemas que les rodea.
Bibliografía:
García Pérez, F. F. (2021). De las dificultades, posibilidades y retos del trabajo en torno a problemas. REIDICS: Revista de Investigación en Didáctica de las Ciencias Sociales, 9, 6–13. https://doi.org/10.17398/2531-0968.09.6
UNESCO. (2020). Informe GEM 2020: Inclusión y educación: Todos, sin excepción. Paris: UNESCO. Recuperado de https://gem-report-2020.unesco.org/wp-content/uploads/2020/06/GEMR_2020-Summary-ES-v8.pdf
Palacios Mena, N., & Torres-Pérez, L. G. (16 de septiembre de 2024). "Percepciones del profesorado en formación sobre desigualdades". https://geoforoforo2.blogspot.com/2024/09/foro-32-que-y-como-ensenar-sobre-las.html
Nerea Cuesta Martínez, 4º Grado Educación Primaria - Universitat de València
ResponderEliminarAfortunadamente, somos conscientes de que, en cualquier sociedad, la educación puede llegar a ser la herramienta más poderosa y efectiva para el desarrollo individual y, sobre todo, colectivo. Este mismo hecho se debe a que en ella depositamos conocimientos, habilidades, valores y principios que nos sirven de ayuda para construir una sociedad con mayores oportunidades para todos. No obstante, esta visión debe lidiar, contínuamente, con un obstáculo; la desigualdad, un concepto que, tal como indican Bernardi y Martínez (2024), representa una realidad social compleja y duradera que afecta a diversas áreas en la vida diaria, tales como el acceso a recursos económicos y las oportunidades en educación, salud y participación política.
De este modo, resulta crucial que, dentro del contexto educativo, se aborden dichas desigualdades con tal de formar ciudadanos que entiendan la importancia de la equidad y de la justicia social en nuestra sociedad. Sin embargo, ante el miedo de recaer en el mismo error de tratar las desigualdades de forma superficial o estereotipada (ocasionando el hecho de reproducir, en vez de desalentar) los docentes debemos estar atentos a cómo abordarlas de manera profunda. Ahora bien, es indudable que ante una tarea tan compleja e intrincada nos planteemos la siguiente cuestión: ¿qué enseñar sobre desigualdades y cómo hacerlo de manera efectiva en el aula?
Para responder a esta cuestión, es importantísimo dar un primer paso: reconocer que la educación sobre desigualdades no debe limitarse simplemente a la transmisión de información, tales como cifras y datos, sino que debemos fomentar una reflexión y un análisis profundo sobre aquello que están aprendiendo. En ese sentido, nosotros, como docentes, debemos no solamente hablar, mostrar e imponer nuestra visión, puesto que nuestra tarea será dialogar con el alumnado con tal de hacerlos pensar y reflexionar sobre lo que se habla. Por tanto, es primordial que el enfoque educativo se oriente hacia la formación de individuos, cuya conciencia crítica y social se desarrolle lo suficiente como para poder abordar las desigualdades. (Freire, 1968, como se citó en López, 2008)
Así pues, algunas de las tareas que podríamos realizar en el aula para tratar esta cuestión podrían ser debates o discusiones sobre factores históricos, sociales y culturales que perpetúan las desigualdades. Asimismo, para poder llevar a cabo dichas actividades, sería oportuno que los alumnos hayan realizado una búsqueda previa en la que recopilen información y referencias para poder respaldar sus argumentos. Además, sería interesante que los mismos estudiantes aporten y visualicen diferentes formas para acabar con las desigualdades. De este modo, estaríamos ofreciendo a nuestro alumnado la oportunidad de que, a través del diálogo con sus iguales, lleguen a descubrir y a comprender las raíces del problema, así como también proponer soluciones para ello.
Por otra parte, la metodología de enseñanza, de la cual hacemos uso, claramente juega un papel clave en este proceso de aprendizaje. Por ende, podemos destacar el aprendizaje basado en proyectos y los debates dirigidos, puesto que, tal y como indica Galeana (2006), sirven para fomentar la adquisición de habilidades suficientes para resolver problemas mediante el hecho de compartir y apoyar conocimientos entre los compañeros. Además, a través de estos proyectos, se ven motivados a experimentar y aprender a través del descubrimiento, aprendiendo a lo largo del proceso de sus errores para poder enfrentarse y superar los desafíos de la tarea.
Sheila Almodóvar García, 4º G Grado Educación Primaria - Universitat de València
ResponderEliminarLos procesos de enseñanza y aprendizaje sobre las desigualdades, contextualizados en países que presentan profundas diferencias económicas y sociales, han de llevarse a cabo desde una perspectiva crítica, para que el alumnado entienda las causas y las consecuencias de este fenómeno y así pueda formar una opinión fundamentada al respecto y aportar soluciones. Personalmente, creo que es interesante, y muy necesario, reflexionar cuidadosamente sobre el diseño de la enseñanza sobre las desigualdades desde las Ciencias Sociales, entre otras cosas, porque estas tienen consecuencias notables en el ámbito escolar.
La desigualdad amenaza los derechos humanos, manifestándose en diversos aspectos, como los ingresos económicos, las oportunidades educativas, las oportunidades laborales y el acceso a la salud y a la participación política. Serrano y Benzaquén (2017) destacan las desigualdades en Sudamérica y en la región de África subsahariana. La causa de estas se encuentra en factores históricos, como el colonialismo, y económicos, y sus consecuencias se manifiestan en la educación, siendo el acceso a recursos más limitado y influyendo en el nivel de calidad educativa. Además, en los países afectados encontramos limitaciones como la falta de materiales, el trabajo infantil o la desigualdad de género.
Las desigualdades que afectan al ámbito escolar son, principalmente, la segregación educativa, ya que las escuelas privadas ofrecen muchas más oportunidades en comparación con las públicas, y la falta de recursos educativos, especialmente digitales. Otro aspecto que es necesario tratar, y más desde las Ciencias Sociales, es la representación de culturas marginadas, lo que tiene un gran impacto en la identidad del alumnado. Además, todas estas desigualdades afectan a las perspectivas del alumnado sobre sí mismos y sobre su futuro.
Para estudiar debidamente las desigualdades en las aulas debe de realizarse una transformación educativa, mediante cambios en el currículo y en los métodos de enseñanza, y el aprendizaje de las Ciencias Sociales debe fundamentarse en metodologías críticas como el análisis de la realidad a nivel local, pudiendo centrarnos en aspectos como la desigualdad en el acceso a servicios básicos en las comunidades rurales, y de la realidad a nivel global, estudiando, por ejemplo, la brecha digital, y realizando proyectos de acción social. Para ello, necesitaremos herramientas como mapas socioeconómicos o de distribución de recursos o estadísticas socioeconómicas, que pueden ser muy útiles e ilustrativas desde esta perspectiva y con este fin.
De esta manera, podemos contribuir a una de las funciones fundamentales de la escuela, la formación de una ciudadanía crítica, que entiende el concepto de desigualdad y propone soluciones desde su entorno para acabar con ella. Como explica Reina (2022), esto se debe de conseguir fomentando la reflexión crítica del alumnado. Además de aplicar una metodología crítica para ello, debemos trabajar desde una perspectiva inclusiva, fomentando la equidad, la empatía y la participación del alumnado, para mostrarles su papel como agentes de cambio y para promover una ciudadanía comprometida y activa, y no solo la transmisión de conocimientos sin ninguna propuesta de aplicación, inconexa a la vida del alumnado fuera de la escuela.
Bibliografía:
Reina, P. (2022). Docente de las ciencias sociales como agente de cambio en el siglo XXI. Nau Llibres.
Serrano, J., & Benzaquén, I. (2017). La frontera de posibilidades de desigualdad en América Latina. El Trimestre Económico, 84(2), 427-461. Fondo de Cultura Económica.
Tony Gómez Burgos, alumno de 4º Grado en Educación Primaria - Universitat de València
ResponderEliminarLas desigualdades son un aspecto importante en la vida de un o una docente, ya que debe de enfrentarse a diferentes realidades e intentar concienciar en la lucha contra las desigualdades. Según la ONU, la desigualdad no se trata solo de la riqueza, el patrimonio neto, o de los ingresos, el sueldo bruto. También puede abarcar la expectativa de vida, la facilidad que tienen las personas para acceder a los servicios de salud, la educación de calidad o los servicios públicos. Hay desigualdades entre los géneros y entre los grupos sociales. Huelga decir que estas desigualdades están presentes en todas las sociedades del planeta, pero en este comentario, profundizaremos más en aquellos países más desiguales.
Ahora bien, ante la pregunta sobre cómo enseñar desigualdades en países profundamente desiguales, primero, debemos conocer a qué países nos referimos y al tipo de desigualdad que le afecta, para saber cómo gestionar la enseñanza sobre la desigualdad. En la propia página de las Naciones Unidas, encontramos el artículo "América Latina, no la más pobre pero sí la más desigual" donde se hace hincapié en la gran brecha entre los grupos sociales que cuentan con un mayor poder adquisitivo de los que no, y cómo el cambio climático afectará más a estos últimos. Por ello, la enseñanza de las desigualdades en estos países debe empezar desde lo que les afecta a ellos directamente, y aportar posibles soluciones a estos problemas.
La labor de un docente no es solo la transmisión de información, si no la capacidad de entender esta y transformarla y utilizarla en aquellos aspectos de las vida en los que pueda ser útil. Para ello, desde mi punto de vista, debemos de proporcionar esas herramientas a nuestro alumnado para que la información que les proporcionemos sepan utilizarla en pro de sus vidas.
Una manera de trabajar estas desigualdades, es concretar en un aspecto de alguna de ellas, para simplificarlo al alumnado y se pueda trabajar de manera más sencilla. Las desigualdades son muy amplias, y pueden tener diferentes orígenes o manifestarse de formas muy diversas dependiendo del contexto en el que se encuentren, por ello, veo imprescindible que estas se acoten para el alumnado. Primero, que sean ellos los que identifiquen una desigualdad, y seguido a ello, nosotros los docentes guiarles para pulir aquél aspecto que quieren tratar de cambiar. Segundo, ayudar al alumnado a buscar información sobre aquellas desigualdades que están padeciendo, causas y consecuencias de las mismas. Y por último, trabajar en conjunto para crear soluciones que puedan disminuir esas desigualdades.
Existen diversas maneras de trabajar mediante metodologías activas con nuestro alumnado. Una de ellas es el ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos), el cuál es una opción muy recomendada cuando se quiere que el alumnado busque respuestas y, lo más importante, soluciones, a una problemática. Con un ABP implementado de manera correcta, el alumnado deberá de, mediante una pregunta guía, dar soluciones a esta, empleando competencias del s.XXI como el pensamiento crítico (discernir entre aquella información veraz de la falsa) o el trabajo en equipo, y exponer finalmente las soluciones a una audiencia pública, como puede ser representantes de la comunidad escolar, familiares o compañeros del centro educativo.
En definitiva, un docente debe de conocer las desigualdades del contexto educativo en el que trabaja para poder enseñar estas. A la hora de la enseñanza, primero debe de trabajar con el alumnado para que sepa identificar esas desigualdades en su contexto próximo, informarse sobre las causas y consecuencias de estas y por último, aportar maneras de solucionar o disminuir en esta desigualdades, todo esto desde metodologías activas como el ABP.
Michel Montaner Martinez, 4º G Grado Educación Primaria - Universitat de València
ResponderEliminarEn el contexto de las profundas brechas sociales que caracterizan a América Latina, abordar la desigualdad en la educación primaria se presenta como un reto fundamental para la formación de ciudadanos críticos y comprometidos. La justicia social, como marco conceptual, invita a las escuelas a jugar un papel proactivo en la promoción de conocimientos, habilidades y actitudes para analizar y transformar las dinámicas de desigualdad (Mills et al., 2016; Zajda et al., 2006).
La enseñanza de las desigualdades debe partir del análisis de sus múltiples dimensiones: desde las diferencias en el acceso a servicios esenciales como la educación y la sanidad hasta las desigualdades de género y étnicas que se evidencian en la vida cotidiana. Según García (2021), comprender estas desigualdades no sólo implica analizar su origen histórico y político, sino también conectarlas con el entorno inmediato del alumnado.
Por ejemplo, en muchas comunidades de América Latina, la falta de acceso a servicios básicos como agua potable o transporte de calidad es una expresión visible de desigualdad que puede ser explorada en el aula para fomentar aprendizajes significativos.
La integración de contenidos sobre desigualdad en el currículo escolar requiere intencionalidad pedagógica. Para ello, los docentes deben diseñar actividades que permitan al alumnado comprender los efectos de estas desigualdades en su entorno cercano, fomentando empatía y análisis crítico. Según Mills et al. (2016), es esencial que los futuros maestros reciban formación para desarrollar metodologías participativas, tales como proyectos interdisciplinarios y aprendizaje basado en problemas, que promuevan el compromiso social desde la práctica educativa.
El papel del profesorado es clave para generar espacios de diálogo crítico donde los estudiantes puedan reflexionar sobre estas desigualdades. La metodología debe incluir enfoques participativos, como debates, estudio de casos locales y globales, y análisis de testimonios reales. Según Zajda et al. (2006), estas estrategias promueven una comprensión integral y crítica, ayudando al alumnado a reconocer la relación entre las desigualdades estructurales y sus propias experiencias.
Además, es importante enseñar conceptos como equidad, derechos humanos e inclusión. Incluir estos términos en la práctica pedagógica fomenta una conciencia social activa, que permite al alumnado tomar un papel participativo frente a los retos sociales de su entorno.
Para transformar la comprensión en acción, es esencial promover proyectos educativos que conecten la teoría con la práctica. Actividades como campañas escolares de concienciación sobre desigualdad o iniciativas de servicio comunitario son herramientas efectivas para fortalecer el compromiso ciudadano desde edades tempranas (Mills et al., 2016). Por ejemplo, organizar talleres en colaboración con comunidades locales puede sensibilizar a los estudiantes y desarrollar habilidades colaborativas.
Abordar las desigualdades desde la educación primaria implica mucho más que transmitir conocimientos. Requiere generar un aprendizaje transformador que vincule la reflexión crítica con la acción. Solo a través de una pedagogía intencionada y consciente se podrá empoderar a las futuras generaciones para comprender y actuar frente a las desigualdades en sus entornos.
Bibliografía
García, M. (2021). “La enseñanza de la justicia social en el aula”. Revista Iberoamericana de Educación, 85(2), 45-60.
Mills, C., Zajda, J., & Ho, L. (2016). Teaching Social Justice in Education: Theory and Practice. Springer.
Zajda, J., Majhanovich, S., & Rust, V. (2006). Education and Social Justice. Springer.
Águeda Toledo López, 4ºG Grado Educación Primaria - Universidad de Valencia
ResponderEliminarPrimera parte
En el mundo, existen países con profundas desigualdades que afectan a toda la población y a su progreso. Entre ellas, en algunos países la educación se enfrenta a un importante y complicado reto: cómo enseñar a los estudiantes sobre las desigualdades educativas, sociales, económicas y políticas que les afectan. Los países que sufren desigualdades significativas de riqueza y acceso a servicios básicos, como la educación, suelen tener sistemas educativos que no consiguen igualar las oportunidades para todos los estudiantes, lo que hace que se incrementen estas desigualdades. Es importante reflexionar sobre qué y cómo se debe enseñar sobre estas diferencias, no solo en los países desarrollados y enriquecidos, sino sobre todo en los que las sufren de primera mano.
Según ACNUR, se habla de desigualdad cuando hay una falta de equilibrio entre dos o más personas. Existen desigualdades sociales, económicas, educativas, de género y legales. Entre ellas destaca la distribución desigual de la riqueza, el acceso diferenciado a servicios básicos (salud, educación, vivienda) y las disparidades en la calidad de vida (ACNUR, 2022).
Según el informe de la UNESCO de 2020, la brecha educativa en América Latina y otras regiones del mundo sigue siendo una de las más significativas, con una gran proporción de estudiantes de sectores desfavorecidos que no logran acceder a una educación de calidad. En países como México o Brasil, las brechas entre el alumnado rural y urbano, o entre diferentes estratos socioeconómicos, son marcadas, lo que afecta directamente a los resultados educativos (UNESCO, 2020).
Las desigualdades también están insondablemente arraigadas en las estructuras sociales y económicas. En muchos países, el sistema educativo no tiene recursos suficientes para atender las necesidades de los estudiantes de las zonas más pobres. La falta de infraestructura, materiales didácticos adecuados y formación del profesorado en contextos de pobreza limita la calidad educativa y la capacidad del profesorado para abordar temas complejos, como es la desigualdad.
ResponderEliminar¡Hola!
Me llamo Jasmina Vaquer y soy estudiante de 4º/G en el Grado de Educación Primaria en la Universidad de Valencia.
Como estudiante y futura docente, soy consciente de que las desigualdades provienen de tiempos inmemoriales y que provocan un movimiento social en debate que abarca muchos temas sociales. Por ello, considero que este foro es imprescindible para poder conocer y trasladar al alumnado qué son las desigualdades, cuáles son las que más afectan a nuestro país… En este apartado trataré un tipo de desigualdad que muchas veces, como sociedades privilegiadas, no le damos la suficiente importancia, aún siendo una necesidad básica.
En primer lugar, destacar que una buena base de información que podemos tener en cuenta, son los “Objetivos de Desarrollo Sostenible” que, a través de la ONU, en 2015, proclamaron un plan de acción colectiva y global para detener el cambio climático, la injusticia y las debilidades sociales. Algunos de los objetivos incluyen temáticas como: igualdad de género, fin de la pobreza y del hambre, reducción de las desigualdades… Como futura docente de materias relacionadas con; matemáticas, ciencias y ciencias sociales, considero que una de las temáticas que más se puede abordar es: Hambre cero, unida al desarrollo sostenible de alimentos y de la producción.
Tal como hemos visto en otras asignaturas de la carrera, supone un gran punto a tratar el desperdicio alimentario para poder conectar y proponer soluciones que acaben con el hambre en el mundo. Trasladar e integrar al alumnado en estas dinámicas puede suponer un gran avance que implique no solo a los más pequeños, sino también a sus familiares, amigos…
Es importante empezar enseñando a los más pequeños qué es el desperdicio alimentario, cuántas toneladas de comida se desperdician al día y qué podemos hacer para reducir estas cifras. Ésta dinámica yo la llevé a un colegio de Valencia y puedo decir que es un tema que les gusta mucho porque es fácil implicarles, es fácil que hagan seguimientos en casa sobre la comida que se tira e incluso pueden hacer entrevistas en los comedores de los colegios sobre la cantidad de comida que se desperdicia.
Una vez abordado el tema del desperdicio alimentario, hablar sobre la comida y la cantidad de gente que podríamos alimentar si no desperdiciásemos nada es mucho más fácil. Todo esto se puede llevar a cabo a través de proyectos e iniciativas, recogidas solidarias para acabar con el hambre en algún pueblo concreto…
Como conclusión, he elegido este tema porque a raíz de lo ocurrido en Valencia el pasado 29 de octubre y la destrucción causada por la Dana en nuestra zona, un tema que pocas veces se aborda o se tiene en cuenta, como los alimentos, pasó a ser una urgencia entre aquellos que lo habían perdido todo. Por suerte, gracias a la solidaridad, aunque los comercios estuvieran destrozados, ha podido llegar la comida a los municipios y a los hogares. Por desgracia muchas veces valoramos aquello cuando lo hemos perdido, por ello, a día de hoy, cobra para mí mucha importancia poner fin a la pobreza y al hambre, así como también preparar al alumnado en estas situaciones, si conocen los problemas podrán expresarse, aportar ideas y solidarizarse con mayor facilidad.
Vila-Merino, E. S., Caride Gómez, J. A., & Buxarráis Estrada, M. R. (2018). Educación, sostenibilidad y ética: Desafíos ante los objetivos de desarrollo sostenible (ODS).
https://riuma.uma.es/xmlui/handle/10630/17039
Gil, C. G. (2018). Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): una revisión crítica. Papeles de relaciones ecosociales y cambio global, (140), 107-118.
file:///C:/Users/malul/Downloads/Dialnet-ObjetivosDeDesarrolloSostenibleODS-6312616.pdf
Saúl Llacer, 4º G, Grado Educación Primaria - Universitat de València
ResponderEliminarComo estudiante en su etapa final y próximo futuro docente, soy consciente sobre la importancia de darle visibilidad a las desigualdades, de cualquier carácter, en el aula y fuera de ella.
Después de estas semanas tan intensas en nuestra comunidad, quiero mencionar una frase que considero oportuna antes de empezar con mi reflexión, "...los niños necesitan la ciudad y la ciudad necesita a los niños". (Indovina, 1990).
Según Soley (1996), trabajar los problemas sociales en el aula es hacer una apuesta a favor de los llamados temas de controversia social.
En cuanto a mi opinión, trabajar las desigualdades en el aula es una tarea esencial y enriquecedora que no solo mejora el entorno de aprendizaje, sino que también prepara a los estudiantes para convertirse en ciudadanos más empáticos y comprometidos.
El tema de las desigualdades es un tema muy amplio, siguiendo la pregunta de como trabajar las desigualdades en el aula partiríamos de la base de simplificar toda desigualdad, con el fin de preparar al alumnado hacia un trabajo de mejora de valores. Al abordar las desigualdades, los docentes pueden crear un espacio donde todos los estudiantes se sientan valorados y respetados, independientemente de sus antecedentes socioeconómicos, género, raza o habilidades. Esto fomenta un sentido de pertenencia y motivación en los alumnos. Además, discutir las desigualdades ayuda a los estudiantes a desarrollar habilidades de pensamiento crítico. Los estudiantes aprenden a analizar las causas y consecuencias de las desigualdades, cuestionando las estructuras existentes y buscando soluciones innovadoras.
Cabe mencionar si hablamos de estrategias para trabajar las desigualdades es el aprendizaje basado en proyector (ABP), con esta metodología se busca no solo una reflexión sobre la desigualdad planteada en el aula, sinó también una solución al problema ya que la escuela no solo es un lugar para adquirir conocimientos académicos, sino también para aprender valores y habilidades para la vida. Al abordar las desigualdades, se prepara a los estudiantes para enfrentarse a la realidad del mundo fuera del aula, capacitándolos para ser agentes de cambio positivo.
En definitiva, las desigualdades es un tema con el que, por desgracia, nos tocará seguir viviendo el resto de nuestros días, pero, como docente, nuestra labor es formar a las futuras generaciones con valores de justicia, respeto y solidaridad. Nosotros, estudiantes de magisterio, y los docentes actuales tenemos una gran oportunidad y una gran responsabilidad, por lo que adoptar una estrategia adecuada para poder trabajar las desigualdades en el aula de la forma mas efectiva es indispensable en un centro escolar.
INDOVINA, F. (1990): La città di fine millennio: Firenze, Genova, Milano, Napoli, Roma, Torino. Milano: Franco Angel
SOLEY, M. (1996): If It's Controversial, Why Teach It?a Washington. Social Education. The Official Journbal of National Council for the Social Studies, Vol. 60, núm. 1, 9-14.
Julia Rodríguez Fernández, 4º G Grado Educación Primaria - Universitat de València
ResponderEliminarAntes de hablar sobre cómo se debe afrontar la enseñanza en contextos desiguales y cómo se debe tratar esto mismo en dichos contextos, es imperiosa la presencia en este escrito de argumentos que respaldan mi opinión sobre cómo surgen las desigualdades. Podemos distinguir dos dimensiones distintas para abordar esta cuestión. Por un lado los aspectos tangibles de las desigualdades, tanto en términos de causa y consecuencia. Y por otro lado, es evidente la existencia de aspectos inmateriales también relacionados con las causas y las consecuencias de las desigualdades.
Aunque se pueden enumerar diferentes tipos de desigualdades según el ámbito en el que inciden, la estructura es siempre la misma. Las desigualdades son el resultado de sistemas que mantienen la condensación de recursos y poder en ciertos grupos, generando exclusión hacia aquellos grupos que no se benefician de este reparto injusto de recursos y poderes.
Los aspectos tangibles de la desigualdad, como puede ser la falta de acceso a determinados servicios, acceso a la vivienda, acceso a la educación o acceso a puestos de trabajo, pueden medirse e identificarse fácilmente. Esto compone el núcleo visible de las desigualdades.
Sin embargo, estas manifestaciones visibles solo pueden venir respaldadas por aspectos abstractos que deben considerarse igual de importantes, pues constituyen la raíz del problema. Se puede apreciar que detrás de las desigualdades encontramos siempre una base de prejuicios, estereotipos y valores que justifican las diferencias sociales y perpetúan la concepción de que hay grupos menos merecedores de tener acceso a determinados derechos, servicios o recursos por sus condiciones sociales, culturales, de género, económicas, etc. Y son estos aspectos inmateriales los que no resulta tan fácil identificar ni trabajar, pues hablamos de concepciones muy arraigadas en la psique de, no solo individuos, sino de comunidades enteras. Es necesario, pues, tomar conciencia de estos aspectos para después desmontarlos desde la educación.
Julia Rodríguez Fernández, 4ºG Grado Educación Primaria - Universitat de València
Eliminarsegunda parte:
Reconocer que la desigualdad se manifiesta de numerosas formas pero que siguen siempre la misma estructura, es indispensable para abordar esta problemática en las aulas desde una combinación de análisis de lo tangible con la reflexión crítica y la auto-observación que supone lo inmaterial. Fomentar desde aquí una ciudadanía más crítica y empática supone un reto fundamental en la enseñanza de las Ciencias Sociales actualmente.
En cuanto a los aspectos tangibles, podemos trabajar contenidos relacionados con el acceso a recursos, los derechos humanos, el análisis de datos como tasas de pobreza, etc. Y para trabajar los aspectos abstractos es importante aplicar actividades que fomenten la empatía, el diálogo, la reflexión, la auto-observación, etc. Trabajar en las aulas problemas sociales reales facilita, según García Pérez (2021), la comprensión profunda de la situación a trabajar y el desarrollo por parte del alumnado de habilidades y competencias que les permita entender, afrontar e implicarse en cualquier problema social de su entorno. En definitiva, actividades que inviten al alumnado a reflexionar y cuestionarse las razones por las que se concibe que el mero hecho de ser diferente pueda ser una razón de exclusión, discriminación y por ende, desigualdad.
En conclusión, las desigualdades son un fenómeno complejo que combina elementos tangibles e inmateriales y que requiere de una intervención educativa urgente e integral. El aula es, bajo mi punto de vista, el lugar idóneo para trabajar y desmontar esta cuestión desde los síntomas visibles hasta las raíces invisibles. Es solo a través de una educación que afianza conocimientos, habilidades y actitudes críticas que se puede formar a ciudadanos capaces de cimentar una sociedad más justa y equitativa.
Bibliografía
García Pérez, F. F. (2021). De las dificultades, posibilidades y retos del trabajo en torno a problemas. REIDICS: Revista de Investigación en Didáctica de las Ciencias Sociales, 9, 6–13. https://doi.org/10.17398/2531-0968.09.6
María de las Virtudes Richart Morales, 4g grado en educación primaria , Universitat de valencia.
ResponderEliminarEl artículo trata un tema esencial que debería ser planteado en muchas aulas escolares, cómo podemos enseñar sobre las desigualdades en contextos como América Latina, que estos problemas se ven afectados de forma directa en el alumnado. Podemos decir que desde la perspectiva geográfica, este debate es bastante importante ya que las desigualdades tienen una dimensión territorial evidente. Se reflejan, por ejemplo, en el acceso desigual a recursos esenciales como vivienda, transporte, educación y salud, y están relacionadas con la forma en que el poder y la economía configuran el espacio.
La geografía crítica puede ser una herramienta clave en este proceso educativo. Utilizar mapas temáticos o sistemas de información geográfica (SIG) permite representar y analizar de manera visual las brechas en la distribución de servicios e infraestructura. Además, conceptos como justicia espacial, segregación socioeconómica y exclusión territorial son fundamentales para entender las dinámicas que sostienen estas desigualdades.
Enseñar sobre este tema a los estudiantes refuerza la forma de poder analizar su entorno local desde una perspectiva tanto espacial como histórica. Esto incluye reflexionar sobre cómo las políticas públicas impactan su comunidad y cómo los problemas locales están conectados con fenómenos globales como la urbanización desigual, el cambio climático o la globalización.
Para poder conseguirlo, es necesario la utilización de estrategias como proyectos comunitarios en los que los estudiantes investiguen las desigualdades en su entorno, mantengan conversaciones con personajes locales y propongan soluciones. Estas actividades pueden complementarse con debates sobre cómo construir espacios más justos y sostenibles, fortaleciendo su compromiso social y ciudadano. De este modo, la geografía, se convierte en una herramienta fundamental para promover una enseñanza crítica y transformadora sobre las desigualdades.
Amparo Gil Macián, 4º G, Grado Educación Primaria -Universitat de València
ResponderEliminarLa desigualdad es un problema estructural que afecta de manera global, pero su impacto es mayor en regiones como América Latina, donde las brechas socioeconómicas, de género, étnicas y de acceso a servicios básicos han persistido y se han profundizado con el tiempo (Sánchez, 2017; Ruales y Ortiz, 2022). Este fenómeno afecta directamente a los sistemas educativos ya que la escuela, como espacio de socialización y aprendizaje, tiene la tarea de formar ciudadanos críticos y comprometidos con la justicia social.
Entre las causas principales de estas desigualdades se encuentran la distribución no equitativa de recursos, la exclusión histórica de ciertos grupos y las barreras culturales y políticas para acceder a servicios esenciales como educación y salud (Cárdenas y Zuleta, 2020). Estos problemas se reflejan en la vida escolar, por ejemplo, en el acceso desigual a infraestructuras y tecnologías educativas, lo que limita las oportunidades de aprendizaje de los estudiantes de contextos desfavorecidos.
Desde la enseñanza, abordar las desigualdades implica integrar contenidos que cuestionen críticamente las estructuras sociales y promuevan la alfabetización crítica para interpretar problemas sociales (González y Santisteban, 2020). Algunas estrategias como el análisis de casos locales, el uso de debates sobre temas controversiales y proyectos comunitarios son herramientas efectivas para fomentar la participación ciudadana desde el aula (Ho et al., 2017). Asimismo, averiguar las concepciones del alumnado sobre la desigualdad puede hacerse a través de encuestas, y actividades reflexivas o grupales que promuevan el diálogo.
En conclusión, enseñar sobre desigualdades requiere un enfoque crítico y contextualizado que prepare a los estudiantes para comprender y transformar su realidad. La escuela no solo debe educar, sino también inspirar un compromiso activo con la igualdad y la justicia social.
Referencias
Cárdenas, J. & Zuleta, H. (2020). Efectos es pobreza y desigualdad del COVID-19 en Colombia: un retroceso de dos décadas. Universidad de los Andes.
González, N., & Santisteban, A. (2020). Alfabetización crítica para interpretar problemas sociales. Íber. Didáctica de las Ciencias Sociales, 99, 39-45.
Ho, L. C., McAvoy, P., Hess, D., & Gibbs, B. (2017). Enseñar y aprender sobre cuestiones y temas controvertidos en los estudios sociales: una revisión de la investigación. Wiley.
Ruales Suárez, K. J., & Ortiz Benavides, E. (2022). Desigualdad y pobreza en Colombia: ¿Cuál es el dilema? Semestre Económico, 24(57), 98-124.
Sánchez-Torres, R. M. (2017). Desigualdad del ingreso en Colombia: un estudio por departamentos. Cuadernos de Economía, 36(72), 139-178.
Un saludo para todos y todas, mi nombre es Nicolás Valencia, estudiante de licenciatura en artes 7 semestre universidad de los Andes.
ResponderEliminarLa importancia de hablar y formar estudiantes con conocimientos que nos permitan desdibujar las fronteras marcadas por las diferencias sociales es una responsabilidad estructural que compete a todas las áreas del conocimiento enseñado en las aulas de los colegios.
En este sentido, desde las artes plásticas, procuro siempre brindar a los estudiantes una contextualización histórica de las obras de arte y los artistas, es aquí donde hay una gran oportunidad para reforzar conocimientos que no sólo competen a habilidades y capacidades de las artes plásticas, sino conocimientos relacionados a la formación de la ciudadanía y la eduación sexual. El deber de los docentes desde cualquiera de las áreas es támbién de formar ciudanos con valores como el respeto y la tolerancia y principios éticos, con pensamientos críticos, conscientes de la sociedad moderna donde el capitalismo y el consumismo son algunos de los factores que marcan las brechas sociales.
Para llegar a este punto de reflexión en los estudiantes siempre es importante valerse de recursos históricos que permitan a los estudiantes una contextualización más profunda y crítica de los distintos tipos de discriminación, considero que es primordial que desde una perspectiva curricular los estudiantes finalicen su último grado teniendo unos conceptos mínimos básicos aprendidos, asimismo, generen un punto de vista crítico frene a ellos, es decir, qué nuestros estudiantes no pasen a la universidad sin haber recibido clases en donde reflexionaron los motivos y las causas históricas que preceden a las brechas sociales, que comprendan y análicen críticamente los conceptos de racismo, homofobía, transofobia, xenofobía, clasismo, elitismo, machismo, misoginía, entre otros.
Un saludo a todos los participantes,
Nicolás V
Hola a todos, me llamo Ana Prieto Crespo y actualmente estoy estudiando el máster de Formación del Profesorado de Secundaria en la especialidad de Historia, Geografía e Historia del Arte.
ResponderEliminarAntes que nada, quería agradecer todas las aportaciones de los compañeros en este debate tan interesante. Y por mi parte, me gustaría también hacer mi pequeña aportación en base a mis investigaciones sobre la desigualdad sobre todo en el ámbito cultural. Pues, como sabemos, no todas las culturas están en un plano de igualdad o han llegado a estarlo, de hecho, la desigualdad continúa cada día más presente, existiendo una desigualdad global y local que se refleja en múltiples ámbitos —desde lo económico o político a lo social, epistemológico, tecnológico o digital—.
En definitiva, es un hecho que vivimos en un mundo desigual, pero ¿sabemos en qué medida lo es? Jesús Mora nos muestra en sus análisis lo excesivas que pueden llegar a ser las desigualdades en el mundo, incluso cuando únicamente se tiene en cuenta la distribución de la renta como parámetro de medición. En el último estudio del World Inequality Lab (WIL), se midieron los niveles globales de desigualdad, presentados en el World Inequality Report (WIR). El informe destacaba dos elementos: el ingreso, que son las percepciones anuales de los residentes, y la riqueza, acumulada por individuos a través del capital. En 2021, el ingreso global fue de 86 trillones de euros, mientras que la riqueza alcanzó los 510 trillones de euros, siendo seis veces mayor que el ingreso promedio global.
Asimismo, de acuerdo con el informe sobre la desigualdad global de 2022, una persona adulta promedio gana 16.700€ al año. No obstante, ello no implica que no haya amplias disparidades tanto a nivel global como a nivel nacional. De hecho, según el informe, “el 10% más rico de la población mundial recibe actualmente el 52% del ingreso mundial, mientras que la mitad más pobre de la población gana el 8,5%. En promedio, una persona del 10% superior de la distribución mundial del ingreso gana 87.200 € por año, mientras que una persona de la mitad más pobre de la distribución mundial del ingreso gana 2.800 € por año” , así como muestro en la figura 1 del anexo.
Por su parte, en lo que refiere a las regiones, los datos revelan a Europa como la región más igualitaria del mundo y a África del Norte y Oriente Medio como aquellas en las que existen mayores desigualdades. “En Europa, el 10% de los ingresos más altos se sitúa en torno al 36%, mientras que en MENA alcanza el 58%. Entre estos dos niveles, vemos una diversidad de patrones en la figura 2 del anexo. En el Este de Asia, el 10% más rico registra el 43% del ingreso total y en América Latina, el 55%” . Es más, según indica el informe sobre la desigualdad global de 2022, actualmente ha alcanzado unos parámetros similares que en su momento más crítico (época del imperialismo occidental a principios del siglo XX). “De hecho, la proporción de ingresos que capta actualmente la mitad más pobre de la población mundial es aproximadamente la mitad de lo que era en 1820, antes de la gran divergencia entre los países occidentales y sus colonias” .
Ciertamente, los grandes niveles de desigualdad no son una problemática reciente, y la búsqueda de una sociedad más igualitaria tampoco. La igualdad por sí misma (y, por ende, la desigualdad), es un concepto complejo sobre el que se han realizado numerosos debates, críticas y estudios. Al fin y al cabo, al tratarse de constructos sociopolíticos e históricos, pueden repensarse, construirse y deconstruirse. Siendo por ello que, durante años, no hubo consenso en torno a la mejor forma de lograr la igualdad, dividiendo a los igualitaristas entre aquellos que defendían la igualdad distributiva —búsqueda de la igualdad de bienes— y los que apoyaban la igualdad relacional —abogación por la igualdad de las personas en sus relaciones, como defienden Cohen, Elizabeth Anderson y Amartya Sen—. Sin embargo, en desacuerdo con ambas posturas (por separado), ya que los bienes son necesarios, pero por sí solos no tienen por qué asegurar la igualdad, Mora demuestra la relevancia y complementariedad de ambas, y cómo, unidas, podrían ayudar a desarrollar una teoría de la justicia pluralista —que garantizase una imparcialidad en las distribuciones y el igual respeto de las personas en las relaciones sociales—.
ResponderEliminarAsí pues, en esta línea, tal como nos recuerda Koldo Unceta, podemos afirmar que, “a lo largo del tiempo, ha habido dos ideas principales sobre la pobreza, que han venido repitiéndose hasta la saciedad y que, a fuerza de ser reiteradas, han acabado instalándose en el imaginario colectivo como si formaran parte de una realidad incontestable. La primera de ellas, la más antigua, es la que trata de asociar la idea de pobreza con la de escasez. Se es pobre porque, en una sociedad determinada, no hay suficientes recursos para poder satisfacer las necesidades colectivas. De acuerdo con esta forma de ver las cosas, el problema se centraría en un insuficiente crecimiento económico, asociado a lo que ha venido denominándose “atraso”, término con el que se suele identificar a aquellas sociedades en la que la productividad es escasa y, en consecuencia, también lo es su capacidad productiva. Según este planteamiento, el problema de la pobreza apenas tendría que ver con el de la desigualad, ni tampoco con las relaciones establecidas en el seno de la economía mundial. Por el contrario, cada país vendría a ser el responsable principal de su pobreza, como si estuviéramos en el mundo anterior al surgimiento del capitalismo” .
La otra idea —más propia de la segunda mitad el siglo XX— es la que llevaba a considerar la pobreza como un problema básicamente de los llamados países en desarrollo, aquellos que algo después comenzaron a ser considerados bajo la común denominación de “Tercer mundo”. “Así, mientras en las sociedades occidentales —caracterizadas tras la segunda guerra mundial por el acceso al consumo de la gran mayoría de la población y por una situación de pleno empleo—, la pobreza pasó a ser considerada como un fenómeno excepcional y/o coyuntural, del que en todo caso debían hacerse cargo unas sólidas redes de seguridad social, en otros países, los países llamados “subdesarrollados” que formaban parte de la periferia del sistema capitalista, la pobreza era considerada, como un fenómeno estructural, capaz de afectar a amplias capas e la población” .
ResponderEliminarSin embargo, como sabemos, la pobreza es un problema claramente vinculado a la desigualdad y, sobre todo, a la desigualdad global y el propio sistema capitalista que ha exportado la globalización, cuyas leyes de funcionamiento —basadas precisamente en la desigualdad— tienden a reproducir el problema. De modo que, “no se trata de un problema de escasez, sino de acceso” . Siendo así tanto en materia económica como tecnológica, digital, social, política o cultural. Y, en este sentido, tratar de deconstruir el problema endémico de la desigualdad se convierte en un atrevimiento necesario. “Pues, está más que demostrado que la desigualdad no ha producido ningún beneficio a la humanidad, sino todo lo contrario” . De hecho, son la igualdad, el reconocimiento y la aceptación —dejando a un lado los prejuicios y dando cabida al diálogo—, los que permiten que haya un espacio para la libertad y, en consecuencia, más bienes y saberes para la comunidad global.
Es más, de acuerdo con la investigación de Galindo y Ríos, “estudios recientes han demostrado que la desigualdad desincentiva el crecimiento económico futuro” . Pues, de hecho, provoca una mayor corrupción, volatilidad e inestabilidad en el mercado, quejas sobre la política fiscal, imposibilidad de acceso a una educación superior por parte de los trabajadores de bajos recursos, así como mayores demandas de impuestos y regulaciones, que derivan en una menor estabilidad del gobierno y en la reducción de la actividad económica, los incentivos para invertir y los patrones de consumo —que a su vez disminuyen la demanda agregada y, en consecuencia, la competitividad de ese territorio—.
Sin embargo, más allá de los beneficios morales —de solidaridad, pero, sobre todo, de justicia— que implicaría aplicar políticas en favor de la igualdad global (en detrimento del sistema capitalista), tal como nos advierte Lessenich en “La sociedad de la externalización”, llegará un momento en el que la explotación occidental no sólo se vuelva insostenible, sino que acabe volviéndose contra nosotros. No sólo porque actualmente, “lo que durante mucho tiempo parecía oculto ya no se puede seguir ignorando sin más. La duradera “normalidad” de la externalización, que hasta hoy se había mantenido intacta según Wallerstein, se ha quedado reducida a un recuerdo de infancia” . Descargar los costes del capitalismo del bienestar sobre otros, de tal forma que nuestras ganancias son sus pérdidas, deslocalizando los daños, y aún con todo, continuar como si nada, afortunadamente, se vuelve cada vez menos posible, o al menos, resulta cada vez más difícil. Pues, como indica Lessenich, “lo tendremos más difícil para llamar por su nombre a las realidades de la desigualdad global y para seguir haciendo como hasta ahora, pues el péndulo devuelve el golpe y la externalización regresa a casa” .
ResponderEliminarAsí pues, uno de los motivos que nos debería hacer dudar del principio de la externalización (y llevarnos a abandonarlo) es nuestro propio interés. No hay ningún afuera de la sociedad mundial al que se puedan externalizar duraderamente y sin consecuencias para nosotros los prerrequisitos y residuos de nuestro modo de vida: acaparamiento de tierras y trabajo sucio en el sur, emisiones de CO2 en la atmósfera o bajo la tierra, diseminados por todo el mundo los expulsados a campos de refugiados por las catástrofes medioambientales o los conflictos por las fuentes de recursos. Nunca hubo ese supuesto afuera de nuestras sociedades del bienestar, sino solo la figuración útil y eficaz de que tal afuera existe.
Asimismo, en este sentido de la externalización, desde hace años, términos como “desarrollo”, “subdesarrollo”, “países adelantados” o “países atrasados” fueron transmitidos en las aulas de una manera lineal y acrítica, hasta el punto de naturalizar sus significados. “Esta forma de describir la división del mundo en países ricos y países pobres contribuyó a su legitimación ideológica y, por otra parte, se convirtió en uno de los ejemplos más claros de la trivialización de la enseñanza de la geografía que en muchos casos sobrevive” . Así, los conceptos de “desarrollo” y “subdesarrollo” fueron utilizados de forma natural dentro del ámbito de la Geografía, como divisores del mundo en base a una “puntuación” que dependía de una serie de indicadores socioeconómicos. Situación que no cambió hasta la década de los setenta con la Geografía social o radical, que puso en evidencia el origen de la desigualdad entre Estados como consecuencia de la expansión territorial capitalista y el mito de que algún día los países “atrasados” llegarían a alcanzar los niveles de los más “adelantados”.
ResponderEliminarConcuerdo asimismo con Ramírez, Méndez y Molinero en que el modo en el que se ha enseñado a los niños la geografía —dividiendo el globo entre los países que lideraron la revolución industrial y la que no— es uno de los mejores ejemplos del papel que juegan los mitos en las ciencias sociales algunas veces, ocultando dimensiones significativas de la realidad. “Esta forma de conceptualizar el mundo ha sido muy popular entre los geógrafos que aplicaron los modelos por etapas a múltiples fenómenos; desde extensión de vías de comunicación hasta la “transición demográfica”. Al dar por cierto que el subdesarrollo era una etapa, se asumía como lógico y natural un proceso lineal y evolutivo que llevaría al desarrollo. He aquí el mito: los actuales países desarrollados no han sido nunca subdesarrollados, se oculta el hecho de que las condiciones en que los países centrales han conquistado su posición corresponden a un proceso histórico no reproducible ni imitable” .
De hecho, en realidad, desarrollo y subdesarrollo son procesos dinámicos e interdependientes (dos manifestaciones nacidas de un mismo proceso: la expansión capitalista). “Por tanto, la economía–mundo consiste en un único mercado mundial, el cual determina tanto la cantidad como el tipo y la ubicación de la producción; siendo el resultado palpable del proceso de imposición del sistema un desarrollo económico desigual del mundo” . Siendo mejor pues, emplear los términos centro-periferia o desarrollo desigual en lugar de los tradicionales que únicamente denotan una situación de desigualdad perpetua, difícilmente cambiable, para enseñar la Geografía en los institutos y universidades.
Así pues, podemos concluir en que dentro del actual sistema de reproducción capitalista a escala global es prácticamente imposible que los desequilibrios socioeconómicos sean superados. Para ello, sería necesaria una transformación profunda del sistema de relaciones internacionales imperante, que tuviera como objetivo la construcción de un nuevo orden económico internacional, más equitativo, solidario y justo. Sin embargo, desgraciadamente, aunque muchos países deseen la igualdad a nivel teórico, en la práctica siguen considerando al resto como enemigos y competidores en potencia. Lo que acaba imposibilitando aún más la aplicación de programas políticos que incidan sobre la economía de las grandes potencias con la intención de redistribuir la riqueza, por ejemplo, mediante un impuesto global, como el propuesto por Piketty. De tal modo que, como la igualdad distributiva se nos antoja irrealizable, nuestros esfuerzos se enfocan hacia la igualdad relacional. Siendo aquí en donde se inserta la lucha por la igualdad cultural y la necesidad del reconocimiento, respeto y valoración de las diferencias a través de la interculturalidad, como un primer paso hacia la igualdad distributiva, al permitir una verdadera empatía, interés y confianza entre países.
ResponderEliminarAsí pues, la interculturalidad debería contener una dimensión política y educar para una ciudadanía democrática —que represente verdaderamente la pluriculturalidad en la que vivimos—, ya que para que las desigualdades se reduzcan y se logre un cambio real y efectivo, no sólo puede aplicarse a la educación, sino que debe atravesar todos los campos del sistema, y especialmente el de la política —con proyectos y programas que la apoyen—. Del mismo modo, la integración intercultural no debe tener únicamente en cuenta a los grupos discriminados en conjunto (pluralidad de las minorías), también los individuos en sus particularidades (individualidad de las minorías). Asimismo, es un desafío que no debe ser asumido únicamente desde afuera (a nivel global, entre los distintos países) sino también desde dentro de cada país, reconociendo en primer lugar a sus sociedades como multiculturales, en donde sus minorías también sean valoradas y adquieran visibilidad, respeto y legitimidad dentro de su propio país. Pues, de hecho, para que un país multicultural aspire a una verdadera democracia debe transitar a la interculturalidad, ya que la democracia implica pluralismo (tener en cuenta todas las opiniones y puntos de vista).
ResponderEliminarEducar plural e interculturalmente supone hacerlo desde el respeto de todas las identidades, contribuyendo a la formación de ciudadanos capaces de integrarse social y culturalmente, sin perder su propia identidad. Ésta, a diferencia de otras formas de educación cultural, valora las diferencias como aportes positivos a la sociedad en su conjunto (no sólo las reconoce), dado que permiten abordar preocupaciones comunes desde puntos de vista prismáticos, siendo el diálogo crítico el mejor medio para lograrlo, a través de la escucha activa y la comprensión de otros valores, actitudes y formas de vida.
En definitiva, ni la igualdad ni la democracia pueden sustentarse sobre un terreno lleno de injusticias y opresiones. Para ser duraderas, se necesita respeto, reconocimiento y cooperación. Y dado que ambos conceptos implican convivencia, colaboración y resolución negociada de conflictos mediante diálogo crítico, se requiere de nuevos modos de relación, entre los que la interculturalidad se erija como una de nuestras mejores bazas y su aplicación en la educación, como uno de nuestros mejores proyectos —aunque siempre teniendo en cuenta que la educación por sí sola no puede generar grandes cambios, ya que la desigualdad se trata de un problema holístico, que debe ser abordado desde múltiples ámbitos (sociopolítico, económico…)—. Es por ello por lo que, al ser la diversidad cultural una construcción sociohistórica, en nuestra pretensión por lograr un mundo pacífico e igualitario —en el que las diferentes culturas puedan convivir de manera armónica y simbiótica— la renovación del currículum de Historia en clave decolonial, se vuelve una tarea imprescindible a realizar.
Les desigualtats tenen diverses causes que van des de factors històrics i estructurals, com laconcentració de recursos, fins la dinàmica més recent, com pot ser la globalització econòmica o la bretxa tecnològica. Aquesta desigualtat es manifesta en distints àmbits, com pot ser l’accès a l’educació, el sistema de salut, la vivenda o altres tipus de serveis bàsics.
ResponderEliminarL’educació té una enorme influència en les perspectives individuals per a una vida ambpossibilitats, per tant, la justícia d’un sistema educatiu és un indicador clau de la justícia en una societat. Normalmente, el debat sobre la justícia educativa fa referència a dues qüestions fonamentals: la concepció de la justícia i els objectius i finalitats de l’educació (Chen, 2017). Així, des del context escolar, és necessari el començament de l’educació per a tots els ciutadans, però també abordar al mateix àmbit educatiu problemàtiques a través de la Geografia i la Història, explorant conceptes com justícia social, equitat, exclusió i drets humans.
Un dels factors que explica la desigualtat a l’educació, són els ingressos, de fet, a partir de l’educació superior té un any addicinonal d’educació un impacte significatiu en els ingressos de les persones. La marcada diferència d’ingressos de les persones segons el seu nivell d’educació, especialment entre aquells que tenen educació superior i els que no la tenen es tradueix en una segmentació econòmica que clarament està definida per la mateixa educació. Això és tan marcat que el nivell educacional de les persones es converteix en un predictor gairebé perfecte del quin nivell d’ingressos el qual té una persona (Beyer, 1999). Així, el creixement endegen pot sorgir en un model d’educació i creixement de generacions superposades, d’aquesta manera més i millor educació finançada per la despesa pública pot fomentar el creixement econòmic i reduir la desigualtat en la distribució dels ingressos (Gylfason, 2003).
Arribem a la conclusió, que la clau està en l’educació, en guanyar la lluita de la capacitació, preparació, promoció de potencial intel·lectual i humà de cada un dels ciutadans que estan formant-se, per poder guanyar la batalla a un futur incert. Destacar, que si bé hem arribat a aquesta conclusió, és important per al desenvolupament íntegre de les persones i base necessària de qualsevol procés de de democratització d’una societat, e igual d’importants, és l'educació en Drets Humans i la seua importància (Gaos, 2006).
Arribem a la conclusió, que la clau està en l’educació, en guanyar la lluita de la capacitació, preparació, promoció de potencial intel·lectual i humà de cada un dels ciutadans que estan formant-se, per poder guanyar la batalla a un futur incert. Destacar, que si bé hem arribat a aquesta conclusió, és important per al desenvolupament íntegre de les persones i base necessària de qualsevol procés de de democratització d’una societat, e igual d’importants, és l'educació en Drets Humans i la seua importància (Gaos, 2006).
ResponderEliminarPer fomentar la participació i emancipació ciutadana, és fonamental treballar en projectes que promouen el pensament crític i l’acció comunitària, però en un ambient contextualitzat, com investigacions locals sobre desigualtats que poden veure a prop, per exemple amb l’accès als recursos. L’escola (i dins d’aquesta les ciències socials) pot ser un espai per ensenyar la importància del compromís social mitjançant simulacions de processos democràtics o activitats que impliquen col·laboració amb altres factors de la comunitat. Però també és una ferramenta en sí mateixa, per millorar les condicions de vida dels propis estudiants i crear una societat més igualitària, on les oportunitats de tots i totes puguen anar en camí de ser les mateixes. L’educació s’ha de convertir en una aliada de la ética, sent aquesta vital per al procés humà.
Añes Cano, estudiant del Màster Universitari en Professor/a d’Educació Secundària.
Bibliografia
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Chen, C. H. (2017). Unequal education, unequal citizen? A comparative perspective on equality in education. Philosophy, 7(5), 237-247.
Beyer, H. (1999). Educación y desigualdad de ingresos: una nueva mirada (Vol. 297). Centro de Estudios Públicos.
Gylfason, T., & Zoega, G. (2003). Education, social equality and economic growth: a view of the landscape. CESifo Economic Studies, 49(4), 557-579.
Gaos, M. B. (2006). La importancia de la educación en los derechos humanos: Especial referencia a América Latina. In Derecho constitucional para el siglo XXI: actas del VIII Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional (pp. 2011-2028). Thomson Reuters
Aranzadi.
Somos Juan y Guillermo, estudiantes de sexto semestre de la licenciatura en Geografía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Nuestra opinión se centra en el concepto de "desigualdad". Dado que este concepto es subjetivo, resulta fundamental generalizarlo para que el estudiantado pueda familiarizarse con él al identificarlo en su entorno. Para profundizar en esta idea, proponemos conceptualizar estas desigualdades a través de un estudio de caso, el cual permitirá analizar la subjetividad inherente a las mismas, ya que existen diversos tipos de desigualdades.
ResponderEliminarUno de los retos que enfrentamos en nuestro análisis es garantizar la imparcialidad en la enseñanza de las desigualdades, pues las opiniones sesgadas del profesorado pueden influir en el pensamiento del estudiantado.
Al implementar un estudio de caso, el educando podrá desarrollar y externalizar su pensamiento crítico, ya que le permitirá reconocer con mayor claridad las desigualdades presentes en su entorno, incluso cuando estas no le afecten directamente.
Un fraternal saludo, Mucho gusto, soy Juan Valderrama. Estudio Licenciatura en ciencias sociales en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN). Agradecido con las y los profesores que abren este espacio para la discusión y abrir el espacio para la reflexión de estos problemas que nos entrañan como educadores/as.. Considero que del caso de Colombia y mas específicamente en Bogotá tenemos que revisar antecedentes de desarrollo de la ciudad, de distribución de riqueza, factores tan importantes como el desplazamiento o expolio como consecuencia del conflicto interno que tenemos en el país. Respondiendo a la segunda pregunta, considero que el acceso a las instituciones para estudiar, es complicado hablar de que las personas en Transmilenio (servicio publico/privado de la ciudad de Bogotá) cuando no hay siquiera una tarifa diferencial para los estudiantes, no hay garantías para que las estudiantes se sientan seguras en el transporte publico. Y considero que es importante hablar desde las escuelas sobre disputas territoriales y quizás abordar estas problemáticas por medio de una cartografía, hablar desde la escuela de migración, gentrificación, expolio, feminismo etc. ¿Cómo se pueden averiguar las concepciones personales del alumnado sobre estos fenómenos? Considero que desde una autobiografía o historia de vida y poder comenzar a explicar los sucesos de las familias de los y las estudiantes explicando los conceptos teóricos. Estos serian los puntos que considero importantes, Agradezco al profesor Guillermo por su labor y por compartir espacios como estos con el. Quedo atento a cualquier comentario. Gracias.
ResponderEliminarSaludos cordiales. Soy José Enciso Hernández y estudio Licenciatura en Ciencias Sociales en la Universidad Pedagógica Nacional.
ResponderEliminarLlevar el debate a las aulas sobre este y más problemas
promueve la ubicación de las y los participantes del aula dentro de una situación que los atraviesa, adoptando una responsabilidad en ella, más aún cuando se reconocen relaciones desiguales de las que son víctima. Además, la discusión del tema como asunto resonante permite que se siga cuestionando afuera del aula, y extenderse hasta nuestros hogares y entornos colectivos.
Considero que las causas de las desigualdades materiales y no materiales surgen del afianzamiento de un perfil o de una identificación individual, colectiva e ideológica justificante en el marco de las relaciones de poder.
Un ejemplo discutido recientemente dentro de un conversatorio de nuestra universidad sostenía que las agrupaciones sociales menos favorecidas son inmersas dentro de discursos que asocian el 'progreso' con la 'productividad' que tengan, lo que hace que validen ser explotadas laboralmente, ser mal remuneradas y a la vez caracterizadas dentro de situaciones y relaciones espaciales marginantes y degradantes, a la vez que enaltecen tales condiciones. En resumen, acuñar posturas ideológicas de "pobreza saciada", para que quien la experimenta crea repetidamente que puede ascender si "le hecha ganas", cuando en realidad trabaja en beneficio de un sistema que disminuye esas posibilidades. O como dijo Freire, "el sueño del oprimido es volverse opresor".
Un caso específico de desigualdad es el racionamiento de agua en Bogotá. No me detendré en las causas, aunque son importantes, pues, una gestión más responsable desde el gobierno no solo habría podido evitar la medida contingente, sino preservar ecológicamente las especies de fauna y flora que habitan los cerros orientales.
Volviendo al tema, la suspensión del suministro de agua se realiza por turnos programados para la mayoría del área urbana de la ciudad, que normalmente duran 24 horas. sin embargo, las capacidades de cada hogar e institución para afrontar el no abastecimiento son distintas, y en muchos casos desfavorables.
En nuestra sede universitaria, la Calle 72, hemos tenido dificultades para realizar las actividades académicas presenciales con regularidad, lo que ha truncado progresivamente la ejecución de los planes y las actividades de formación.
Nuestro caso no es una excepción, pues también es padecida por las instituciones educativas de básica y media, hospitales, el comercio y los mismos hogares, quienes deben proveerse antes del líquido y almacenarlo. ¿Qué pasa si se agota?
Algunas preguntas para alimentar el debate y polemizar en clase con respecto a este tema pueden ser: ¿Cómo lograron las zonas alejadas, las 'invasiones' y los barrios más recientes obtener el servicio? ¿Su suministro podría ser un símbolo de presencia de las instituciones y el gobierno en lugares donde históricamente no ha estado? ¿El racionamiento puede considerarse como una medida de presión poblacional, en intento de derivar la responsabilidad coyuntural hacia las personas y no hacia la administración? ¿Son visibles los esfuerzos para acondicionar la infraestructura que no puede soportar su funcionamiento sin agua? ¿Por qué no se hace ruido sobre soluciones prácticas para regularizar el abastecimiento; cambiar los cuerpos hídricos fuente del suministro o aprovechar mejor el agua precipitada sobre el área urbana? ¿Cómo tienen garantizadas las industrias la producción de productos que demanden constantemente agua (como embotelladoras, cerveceras, de alimentos, etc.)?
La intención, un poco implícita dentro de lo anterior, es que los cuestionemos desde el salón de clase la importancia que tiene el agua no sólo para el funcionamiento de la ciudad, el campo y la industria, sino cómo las decisiones individuales, grupales e institucionales pueden alterar el acceso al recurso, algunas veces con dinámicas y justificaciones que salen de lo coyuntural y se interfieren en lo político y lo discursivo.
Muchas gracias por leer.
Cordial saludo a todas y todos, mi nombre es Nicolás Aranda Antury y soy estudiante de Licenciatura en Ciencias Sociales en la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia, antes de brindar mi opinión-comentarios con respecto a las preguntas de debate brindadas en el foro tengo que agradecer y felicitar a las personas detrás de este proyecto, tema de investigación y debate ya que es un postulado muy interesante y que esta ligado de forma directa a nuestra labor de la enseñanza, el abrir un espacio de debate para fomentar no solo la opinión, sino también, la creación de estrategias para enfrentar estas dificultades Y/o situaciones que se dan en el aula es vital y de suma importancia para transformar y mejorar el como y a quién le estamos enseñando. Ahora bien, para comenzar: Las desigualdades que se generan dentro de la sociedad no son casuales ni espontaneas, estas son el resultado directo de las dificultades o problemáticas generadas en los diferentes ámbitos de la sociedad como el histórico, económico y cultural-social entre otros. Los anteriores poseen tal grado de influencia que la persona al nacer ya se le define una buena parte de su destino, por lo menos en sus primeros años de vida, e incluso, puede que su futuro. En nuestro país, Colombia, estas diferencias o falta inequidad de oportunidades se evidencian en el acceso desigual a la educación, salud, empleo y/o vivienda en sectores de estratos o clases sociales más bajas, con comunidades rurales, indígenas y demás que no cuentan con el suficiente apoyo gubernamental y social para romper estas brechas de oportunidad generadas por las clases elitistas, políticas y empresariales (una parte, no todos por igual) que gobiernan o influyen directamente en el desarrollo (o más bien sub-desarrollo) del país.
ResponderEliminarEntonces, es por lo anterior que desde la escuela la enseñanza de las ciencias sociales debe explicar las causas histórico-estructurales de la desigualdad (enfocándose o introduciendo también problemáticas directas de la zona donde se esta ejerciendo una labor educativa), así como fomentar una conciencia crítica del lugar donde habitamos tanto local como nacional y una participación activa en los deberes políticos, cívicos y sociales de los ciudadanos en general para intentar generar "ese tipo de cambios" que todos anhelamos. También es importante el analizar conceptos relacionados a la justicia social, equidad, exclusión, clientelismo, corrupción y derechos humanos para que que los estudiantes comprendan las causas estructurales de estos problemas y los identifiquen en su entorno cercano y "lejano". Para lo anterior yo recomendaria en clase abrir la posibilidad a la socialización y análisis de las experiencias estudiantiles tanto de forma anónima como personal, pro medio de escritos, el dialogo, poemas, dibujos o como los alumnos se sientan más cómodos promoviendo el debates para a reflexionar y cuestionar la realidad, e intentar cambiarla o transformarla desde nuestras pequeñas pero significativas vidas y roles sociales.
"La escuela no solo debe enseñar sobre desigualdad, sino formar ciudadanos capaces de transformarla". Autor/a: Anónim@
Buenos días. Mi nombre es Johan Adrián Ochoa. Soy estudiante de ciencias sociales en la Universidad Pedagógica Nacional.
ResponderEliminarEn mi perspectiva, las desigualdades que más impactan a países como el nuestro son las económicas, educativas y de género. La brecha entre ricos y pobres limita el acceso a servicios básicos, oportunidades laborales y movilidad social, perpetuando ciclos de exclusión. A esto se suma la disparidad en la calidad educativa entre zonas urbanas y rurales, así como la violencia sistémica contra mujeres y comunidades LGBTQ+, que reflejan estructuras patriarcales y coloniales aún vigentes. Desde las ciencias sociales, es clave enseñar elementos históricos de estas desigualdades, el papel de las políticas públicas y la influencia de fenómenos globales, como el neoliberalismo, así como la configuración de las dinámicas locales. Esto permite comprender que las desigualdades no son naturales, sino producto de procesos sociales e institucionales.
Para fomentar la participación ciudadana desde la escuela, es esencial integrar metodologías activas, como debates sobre problemáticas comunitarias o proyectos de incidencia social, donde el alumnado proponga soluciones reales. Los contenidos deben incluir categorías como clase social, interseccionalidad y derechos humanos, junto a conceptos como justicia redistributiva o discriminación estructural. Además, es fundamental explorar las concepciones previas del estudiantado mediante técnicas cualitativas: encuestas anónimas, discusiones guiadas o mapas conceptuales que revelen sus percepciones sobre pobreza, género o etnicidad. Esto ayuda a identificar sesgos y construir aprendizajes significativos desde su realidad.
Asi, propondría estrategias que trasciendan el aula, como investigaciones etnográficas en sus entornos, colaboraciones con organizaciones sociales o el uso de plataformas digitales para visibilizar desigualdades. Dentro del aula, el análisis de casos prácticos y el estudio crítico de medios de comunicación pueden desnaturalizar estereotipos. Combinar teoría con acción no solo profundiza el entendimiento, sino que empodera a los estudiantes como agentes de cambio, vinculando su formación académica con la transformación social.
Saludos cordiales