El primer trimestre del año 2020 ha registrado una
experiencia histórica que marcará un hito en la evolución de la humanidad. La
expansión de una pandemia de forma rápida, que ha provocado una incertidumbre y
temor en gran parte de la población del planeta. La coexistencia de la difusión
del virus biológico y la contaminación por noticias falsas ha generado un
ambiente de caos excepcional.
Desde el Geoforo
Iberoamericano de Educación queremos crear un espacio de reflexión sobre
los sucesos que estamos viviendo. En primer lugar buscando una reflexión sobre
qué es lo que está sucediendo y más tarde analizar nuestros comportamientos
individuales y sociales en los espacios de diferente escala y simbolismo: desde
el espacio físico doméstico hasta el espacio mundial virtual.
Como comunidad de conocimiento crítico esperamos las
aportaciones de las personas que viven en diferentes lugares del planeta, en
especial en la comunidad iberoamericana. Queremos que puedan participar en el
intercambio de argumentos para generar un saber escolar, académico, que permita
comprender las angustias personales, pero también explicar las decisiones
políticas, económicas y sanitarias difundidas, muchas veces contradictorias.
En primer lugar es necesario definir el COVID-19. Según
define la OMS, "es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que
se ha descubierto más recientemente. Tanto el nuevo virus como la enfermedad
eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre
de 2019". El origen léxico del Covid-19 proviene de 'co', en alusión la
forma de corona solar del virus, 'vi' corresponde a la palabra virus y 'd' hace
referencia a enfermedad ("disease" en inglés). Finalmente se le puso
el número 19 por el año en que se detectó en seres humanos.
Para su estudio en el medio escolar contamos con materias de
ciencias experimentales, como la Biología, que puede explicar la diferencia
entre virus y bacterias. Las bacterias son microorganismos que contiene una
sola célula, y la mayoría de ellas no provocan daño alguno, si bien algunos de
estos pequeños seres vivos invaden nuestro cuerpo y se reproducen de forma
incontrolada. Por eso se deben combatir con antibióticos.
Por su parte, los virus son organismos que atacan otras
células, denominadas hospedadoras, en las que introducen su propia información
genética que “reprograma” la de las células huésped para que éstas produzcan
muchos nuevos virus, que luego abandonan las células infectadas. Es decir, se
introducen en las células humanas y sólo pueden ser combatidas por nuestro
sistema inmunológico, previamente adiestrado, o no, con vacunas.
Ya sabemos que existen diferentes formas de expansión de
estos gérmenes, en especial las pequeñas gotitas que expectoramos al hablar y
respirar y que pueden infectar a otras personas. Ello provoca una expansión
rápida de la enfermedad. Una pandemia.
¿Qué se puede hacer frente a ello? Aquí entra en juego la
explicación geográfica del territorio, la organización por parte del Estado de
las funciones sociales básicas, como es en este caso la salud pública y la
relevancia de la difusión espacial que se puede mostrar a través de muy variada
cartografía. El Estado en sus diferentes escalas (municipios, regiones, estados,
naciones, comunidades internacionales) debe hacer frente a los virus como
nuestro sistema inmunológico lo hace en nuestro cuerpo. Para ello cuenta con
hospitales, personal sanitario, fármacos, quirófanos, instrumental físico como
respiradores, UCIs.
Un Estado que sabe organizarse y que tiene medios para
enfrentarse a la enfermedad será más eficaz que un Estado que no cuenta con
recursos públicos, bien porque no tiene medios o porque ha delegado esta
función en las empresas privadas, que restringen el acceso al derecho universal
de la sanidad por medio de una contraprestación económica.
Entonces aparece en escena la población. ¿Cómo responde la
población? De dos formas, podemos aventurar. Una, eligiendo a sus
representantes que nos provean de los medios necesarios en caso de una alarma
de pandemia, como este caso. Dos, confiando en las medidas adoptadas por las
instituciones y siguiendo sus recomendaciones para superar la pandemia. Ello
supone un determinado grado de cultura y disciplina social.
Pero ello no evita, sí que puede paliar, los efectos de
dichas medidas. Por ejemplo, cómo pasamos un confinamiento en casa. Cómo
evitamos socializarnos en la vía pública para impedir la posible propagación
del virus. Cómo concienciamos a la población a través de un aprendizaje
escolar, que es nuestra función social.
Nuestras reacciones responden a lo que podemos denominar el
espacio vivido, que se corresponden con nuestras ansiedades, miedos, estrés,
expectativas. Pero además seguro que juzgamos las medidas que se han implantado
y hemos leído algo que nos corrobora lo que queremos escuchar. Este lugar, se
transforma de vivido en espacio percibido, pues puede estar contaminado por las
fake news; ante ello, hemos de ser cautos, pues eso supone un prejuicio
social, un estereotipo propio del espacio percibido. Después hemos de criticar
con argumentos las concepciones territoriales, las medidas adoptadas como
cierre de fronteras, guerras comerciales implícitas y no declaradas, las
fluctuaciones de los mercados, los expedientes de cese de trabajo, el paro que
aboca a una mayor precariedad. Todo ello debe ser argumentado con solvencia,
con datos y con teorías consistentes.
Estas son algunas de las preguntas que podemos compartir en
el foro 26 del Geoforo. La Educación Geográfica tiene un desafío con esta
pandemia: mostrar su utilidad y provocar una participación ciudadana. Lo
podemos hacer. Podemos invitar a todos/as nuestras alumnas a participar en este
debate.
FORUM 26. O
CORONAVIRUS. Uma experiência de aprendizagem
No primeiro trimestre do ano de 2020 foi
registrado uma experiência histórica que marcará um hiato no modo como a
humanidade avança. A expansão de uma pandemia de forma rápida, tem provocado
medo e incerteza e em grande parte da população do planeta. A coexistência da
difusão do vírus e contaminação por falsas notícias (FAKE NEWS) tem gerado um
enorme caos.
Nós do Geoforo Iberoamericano de Educação
queremos criar um espaço de reflexão sobre o que estamos vivendo. Em primeiro
lugar, buscamos refletir sobre o que que está acontecendo para, depois,
analisar nossos comportamentos individuais e sociais em diferentes espaços e em
diferentes escalas e, ainda, com diferentes simbolismos: desde o nosso próprio
espaço físico (doméstico) até o espaço virtual (mundial).
Como uma comunidade que busca promover o
conhecimento crítico, esperamos as contribuições de pessoas que vivem em
diferentes lugares do planeta, em especial na comunidade ibero-americana.
Queremos que participem com o intercambio de argumentos para gerar um saber
escolar, acadêmico, que permita compreender as angústias pessoais, mas também
que explicitem as decisões políticas, econômicas e sanitárias difundidas,
muitas vezes de modo tão contraditório.
Em primeiro lugar é necessário definir o
COVID-19. Segundo define a OMS, "é uma doença infecciosa causada pelo
coronavirus que foi descoberto recentemente. Tanto o novo vírus como a doença
eram desconhecidos antes mesmo de sua instalação em Wuhan (China) em dezembro
do ano de 2019". A origem do termo Covid-19 provem de 'co', uma alusão à
própria forma do vírus que se apresenta como uma coroa solar, 'vi' corresponde
a palavra vírus e 'd' faz referência à doença ("disease" em inglês).
Finalmente, foi posto o número 19 por conta do ano em que se detectou nos seres
humanos.
Para seu estudo, no meio escolar, contamos com
disciplinas da área das ciências experimentais, como a Biologia, que pode explicar
a diferencia entre vírus e bactérias. As bactérias são microrganismos que
contém uma única célula, e a maioria de elas não provocam dano algum, se bem
que alguns desses pequenos seres vivos invadem nosso corpo e podem se
reproduzir de forma incontrolada. Por isso, algumas devem ser combatidas com
antibióticos.
Por outro lado, os vírus são organismos que
atacam outras células, denominadas hospedeiras, nas quais introduzem sua
própria informação genética e a partir daí há uma “reprogramação” para que as
células produzam muitos novos vírus, que logo abandonam as células infectadas.
Isto é, se introduzem nas células humanas e só podem ser combatidas por nosso
próprio sistema imunológico, previamente preparado, o não, com vacinas.
Já sabemos que existem diferentes formas de
expansão destes germes, em especial as pequenas gotas que expectoramos ao falar
e respirar e que podem infectar outras pessoas. Isso provoca uma expansão
rápida da doença. Uma pandemia.
Que podemos fazer frente a isso? Aqui entra em
cena a explicação geográfica do território, a organização, por parte do Estado,
das funções sociais básicas, como é o caso da saúde pública e a importância da
difusão espacial que se pode mostrar por meio de várias ferramentas pautadas na
Cartografia. O Estado em suas diferentes escalas (municípios, regiões, estados,
nações, comunidades internacionais) deve enfrentar o vírus como o nosso sistema
imunológico o faz em nosso próprio corpo. Para isso conta com hospitais,
profissionárias sanitários, remédios, centros hospitalares para isolamentos,
instrumental físico como respiradores, UTIs, CTIs.
Um Estado
que sabe se organizar e que tem meios para enfrentar a doença será mais eficaz
que um Estado que não conta com recursos públicos, ou porque não tem meios ou
porque delegou tal função a instituições privadas, que restringem o aceso ao
direito universal à saúde por questão econômica.
Assim, nesse cenário, é importante olharmos
para a população. Como a população
responde a tudo isso? Pensamos que seja por dois diferentes modos. A saber: Um,
relegando a seus representantes que os provejam de meios necessários em caso de
um alarme de pandemia, como no presente caso. Dois, confiando em medidas
adotadas por instituições e seguindo suas recomendações para superar a pandemia.
O que supõe um determinado grau de cultura e disciplina social.
Apesar de paliativo, as medidas não evitam o
problema. Temos que pensar nos seguintes aspectos: Como passamos no
confinamento em casa? Como evitamos a socialização nas vias públicas para
impedir a possível propagação do vírus? Como conscientizamos as pessoas por
meio de uma aprendizagem escolar, que é nossa função social.
Nossas reações estão vinculadas ao nosso espaço
vivido e possuem correspondência com nossas ansiedades, medos, stress,
expectativas. E também, com os julgamentos que fazemos sobre as medidas que são
implantadas e sobre as que nós lemos.
Este lugar, passa de espaço vivido para espaço
percebido, pois pode estar contaminado por fake news; sobre isso, temos de ser
cautelosos, pois isso traz um prejuízo social, um estereotipo próprio do espaço
percebido. Depois temos de criticar, com argumentos, as concepções
territoriais, as medidas adotadas como fechamentos de fronteiras, guerras
comerciais implícitas ou não declaradas, as flutuações dos mercados, os
expedientes de trabalho reduzidos ou fechados. Tudo isso deve ser argumentado
com prudencia, com dados e com teorias consistentes.
Essas são algumas das perguntas que podemos
compartilhar no fórum 26 do Geoforo. A Educação Geográfica tem um desafio com
esta pandemia: mostrar sua utilidade e provocar uma participação cidadã. Isso
podemos fazer. Podemos convidar a todos(as) nossos(as) alunos(as) para
participar deste debate.
CONSELHO DIRETIVO DO GEOFORO
Link Artículo ¿Cómo será la Europa
post-Covid-19? GEAB