tag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post217927911259091871..comments2024-03-28T04:18:09.949-07:00Comments on Geoforo Foro2: FORO 14: ¿CÓMO FORMAR AL PROFESORADO?: Una aproximación internacionalXosé Soutohttp://www.blogger.com/profile/15765833715809264254noreply@blogger.comBlogger96125tag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-65181300343476959492020-02-25T11:34:49.084-08:002020-02-25T11:34:49.084-08:00Buenas, me gustaría exponer aquí algunas ideas sob...Buenas, me gustaría exponer aquí algunas ideas sobre las que llevo tiempo reflexionando y que finalmente se convertirá en mi tema para el TFM del Máster de Investigaciones Didácticas de la Universitat de València, en su especialidad en Ciencias Sociales.<br /><br />Las expongo aquí de manera indiciaria, buscando que vuestros comentarios me puedan servir de orientación. Estoy seguro que las personas que han participado hasta ahora en el foro tendrán una opinión al respecto, aunque me ha sorprendido las pocas menciones realizadas a lo largo del foro. <br /><br />La idea principal es la importancia que tiene el examen de oposiciones (el medio para acceder a la función docente aquí en el Estado español) en la formación del profesorado y, por consecuente, en su práctica docente posterior. Considero que es de una importancia capital, ya que la preparación para el examen de oposición (un año en el mejor de los casos) supone uno de los picos de mayor intensidad en la formación del profesorado, más allá de la carrera y el máster de profesorado. <br /><br />Es una experiencia que he vivido recientemente y que compaginé con la función docente. Durante todo este proceso, como imagino que le habrá pasado a muchos otros, me preguntaba continuamente por qué tenía que estudiar esto, y por qué así. Me cabreaba que las energías que me absorbía el proceso de oposiciones no tuvieran resultados sobre mi práctica docente, cuando se suponía que me preparaba para ser docente. Veía que el currículum oculto del proceso de oposiciones traicionaban todo lo que quería ser como profesor. <br /><br />Es por eso que me planteo las siguientes críticas en torno al método de acceso del profesorado a la función docente aquí: <br /><br />- El proceso de oposición captura la iniciativa y energías de los centros educativos al mantener a buena parte de su plantilla (dependiendo los casos y las épocas) ocupada en la preparación del mismo. <br />- El proceso de oposición genera frustración entre el profesorado en activo sin plaza (interinos/as). <br />- El proceso de oposición fomenta la competitividad entre el profesorado, un impedimento más a la creación de las distintas formas de colaboración tan necesarias.<br />- Las aptitudes necesarias para superar el examen de oposición no se corresponden con las de un profesorado competente.<br />- El examen de oposición, en sus distintas etapas, no evalúa correctamente las competencias de pensamiento histórico (y por tanto no las incentiva) que sería deseable que nosotros fomentáramos en el alumnado.<br />- El proceso de oposición no es capaz de captar el talento personal.<br /><br />En definitiva, considero que el sistema para dar acceso al profesorado, además de garantizar la justicia e igualdad de garantías, debería también ser un proceso capacitador, y no un proceso contradictorio con los deseos de cambio de las leyes educativas. Sería una cuestión para tratar a parte las críticas a la cuestiones funcionales, relacionadas con la (mala) organización y la burocracia del proceso. <br /><br />Me pregunto: ¿qué tipo de profesorado fomenta este proceso de evaluación? ¿Qué influencia tiene en la formación del profesorado? ¿Y en su práctica docente? ¿Qué influencia tiene este proceso en la representación social que tiene el profesorado de su materia? ¿Qué alternativas tenemos? <br /><br />Mateo MartínezMateo Martínezhttps://www.blogger.com/profile/01657534296032656685noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-7914871501366092682018-03-11T15:09:10.812-07:002018-03-11T15:09:10.812-07:00Es fácil entender que la apatía llame a la puerta ...Es fácil entender que la apatía llame a la puerta de muchos profesores. No todos están dispuestos a renovarse o a incorporar cambios metodológicos; no obstante, está en aquellos que aún creemos en la innovación de las formas docentes el demostrar que es posible, que se puede hacer de la mayoría de los estudiantes ciudadanos de provecho. Desde mi corta experiencia de las prácticas, que apenas llegan a dos meses, me he podido percatar de la diferencia que se aprecia en la actitud de los alumnos frente a una clase magistral donde la dinámica es siempre la misma y frente a una clase donde las dinámicas van cambiando, que mantiene su actividad cognitiva mucho más tiempo en alza lo que les posiciona en una actitud mucho más receptiva. Todo es, desde luego, hablando desde la perspectiva de los cambios que puede llevar a cabo el propio profesorado para mejorar. Hay factores contra los que no tenemos nada que hacer puesto que son ajenos a nosotros mismos. La sociedad misma tiene una gran parte de culpa en la situación actual en la educación. <br />En cuanto a la formación propia de los profesores, tengo que reconocer que un periodo más largo de prácticas sería mucho mejor porque es realmente el momento en que pones en práctica todo lo que has ido aprendiendo tanto en el máster como en tu formación personal. Una posibilidad podría ser tener clases teóricas un par de horas y pasar el resto de la mañana aplicando lo que se ha aprendido. Tendrían que ser en el propio centro, pero las ventajas de una puesta en práctica casi inmediata facilitarían en gran medida tanto la asimilación de conceptos de psicología como la creación de herramientas propias para el desarrollo de las diferentes lecciones. El problema radica, llegados a este punto, en que no todos los profesores de instituto están dispuestos a aceptar esa carga docente por lo que tendría una limitada aplicación. Requeriría, por tanto, un mayor compromiso por parte del cuerpo docente. <br />Pauhttps://www.blogger.com/profile/05665127178394028550noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-89740870750916126102018-03-11T15:08:40.531-07:002018-03-11T15:08:40.531-07:00Hola a todos. Soy Paula Caravella, alumna del Mást...Hola a todos. Soy Paula Caravella, alumna del Máster de Profesor de Secundaria en la Universidad de Valencia. <br />Estoy ahora mismo en las prácticas del máster y quisiera que mi aportación reflejara lo que he aprendido en esta etapa que considero más que vital a la hora de formarme adecuadamente para mi futura profesión. Estamos en un momento en que motivar a los alumnos es francamente complicado; realmente les conquistas por la forma en que te aproximas a los contenidos y no tanto por las técnicas que utilices, sean propuestas por ordenador, vídeos o proyectos de investigación. Personalmente sólo he conseguido una motivación casi del 100% ha sido en dinámicas que les han convertido en verdaderos protagonistas de aquello que estábamos trabajando. Esto nos acerca a la primera de las cuestiones, “¿qué tipo de profesor necesitan nuestros alumnos? A raíz de esta experiencia, yo diría que necesitan a alguien que les pase de ser meros observadores de la historia y la geografía a participantes directos. Estuvimos viendo en la clase con el profesor Souto cómo se podía enfocar la geografía desde los espacios conocidos de los alumnos para acercarles la realidad global a conceptos y situaciones que pueden identificar como propias. Nuestra labor como profesores está en convertir el mundo que les rodea en el escenario en el que ellos se pueden desarrollar y tomar conciencia de su propia labor como ciudadanos. <br />Creo que cualquier persona que esté relacionada con el mundo de la educación y haya ejercido en un presente más o menos reciente me dará la razón en ello. ¿Cuál es entonces el problema si la base teórica la conocemos? Que realmente los alumnos son un mundo muy complejo de descubrir. Todos y cada uno de ellos tienen unas circunstancias diferentes que van a condicionar la forma en que reciben lo que les contamos. No es un problema de formación. Daría igual, bajo mi punto de vista, que estuviéramos haciendo prácticas un par de meses o un par de años, como quieren proponer con el “MIR educativo”. Al final es la experiencia del día a día lo que asegura que puedas desarrollar de forma más inclusiva el temario propuesto; y por supuesto, teniendo en cuenta que lo que ha servido para un curso no sirve para otro por las circunstancias personales anteriormente mencionadas. <br />La mejor forma de nutrir a los profesores de técnicas para acercarse a los alumnos de forma más provechosa a la hora de hacerse con la atención e interés de éstos está en la puesta en práctica de lo que mejor conocen: la pasión. Estamos ante una profesión que se tiene que vivir, que tienes que disfrutar con ella. Hay que querer transmitir todo lo que se conoce para hacer de ello un elemento útil en la mente de los alumnos, para que quede constancia de las palabras que hemos dirigido a ellos. La pasión combinada con tecnologías que nos sirvan de canalizador hacia unas generaciones, que cada vez están más inmersas en una dinámica rápida y visual, son las principales mejoras que hay que implementar. No estamos ante un momento fácil para la educación. En España hemos tenido demasiados cambios legales y eso agota; además, para los profesores que han tenido su formación en décadas anteriores la inclusión de cambios en las metodologías se resiste en porcentajes muy altos por lo que es fácil ver, especialmente desde Secundaria en adelante, cómo los profesores abusan de la clase magistral como principal metodología. (+)<br />Pauhttps://www.blogger.com/profile/05665127178394028550noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-86878797624527761682018-01-27T10:39:27.432-08:002018-01-27T10:39:27.432-08:00Raúl López Castelló (PARTE 3/3)
Con todo, se hace...Raúl López Castelló (PARTE 3/3)<br /><br />Con todo, se hace necesario una reflexión des de la teoría sobre la práctica para introducir mejoras en el proceso de enseñanza-aprendizaje (praxis). Está sería la norma que guía la investigación y rige la innovación dentro de dicho proceso. Del mismo modo, esta debe ser la mejor formación profesional docente: aquella que emana de los problemas prácticos de la comunicación escolar (ya sea en el aula, en la comunidad educativa o en el debate público) y que precisa del sostén teórico de diferentes instituciones (como la Universidad) para convertir una inquietud individual en un punto de partida para mejorar de forma colectiva, derivando todo esto en el consecuente beneficio del principal actor de este juego: el alumnado (Souto González, 2014: 47). Cabe destacar, tal y como se señaló en el debate posterior a la conferencia de Emilia Tonda y Rafael Sebastiá (“La Geografia escolar que s’investiga acadèmicament”) enmarcada en el II Seminario Internacional “Repensar la Didàctica de les Ciències Socials. Impugnant el model canònic de l’ensenyament de la Geografia i la Història des de la diversitat sociocultural” (celebrado en la Facultat de Magisteri de la Universitat de València del 04/12/2017 al 05/12/2017), la necesidad de una mayor integración Universidad-Secundaria (también Primaria) para que las investigaciones realizadas en pro de una mejora en el proceso de enseñanza-aprendizaje tengan una incidencia más real que utópica. <br /><br />A tan sólo unos días de empezar las prácticas en los centros educativos, es hora de incidir en este plano práctico para comprobar y reflexionar las hipótesis de partida y extraer las conclusiones oportunas.<br /><br />Un saludo.<br />Raúl López Castelló<br /><br />Bibliografía:<br /><br />LÓPEZ FACAL, Ramón. (2010). “Didáctica para profesorado en formación: ¿Por qué hay que aprender a enseñar ciencias sociales?”, Íber. Didáctica de las Ciencias Sociales, Geografía e Historia, 65, 75-82.<br /><br />MONTANÉ-LÓPEZ, Alejandra. (2017). “Reseña de: Francisco Imbernón (2017). Ser docente en una sociedad compleja. La difícil tarea de enseñar”. REIRE Revista d’Innovació i Recerca en Educació, 10 (2), 89-92.<br /><br />SOUTO GONZÁLEZ, Xosé M. (2014). “Formación del profesorado y didácticas específicas en la Educación Básica”. Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 17 (1), 33-56.<br /><br />Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-89848420909226817632018-01-27T10:28:37.103-08:002018-01-27T10:28:37.103-08:00Raúl López Castelló (PARTE 2/3)
Si nos fijamos, to...Raúl López Castelló (PARTE 2/3)<br />Si nos fijamos, todo lo dicho hasta aquí, aunque enmarcado legalmente por las diferentes leyes educativas, no se basa directamente en la normativa legal, sino en la actitud del profesorado. Con esto, la importancia que constituye formar a los/las futuros/as profesores/as de Secundaria toma un plano central, pues, lejos de lo que comúnmente se suele pensar, la innovación que introduzca las mejoras que nuestro sistema educativo necesita reside más en la actitud, el conocimiento y la capacidad del profesorado (para abordar determinados problemas en el aula o plantear las actividades oportunas para dicho fin) que en la normativa legal.<br /><br />No hace falta incidir en la inadecuada visión acerca de la profesión docente (más en nuestra especialidad) según la cual bastaría con conocimientos disciplinares para llegar ser un buen profesor. Visión, por otro lado, que conectaría con la primera concepción metodológica anteriormente enunciada: el saber está en la universidad, lo único que tendríamos que hacer sería “adaptarlo” y transmitirlo. Todo lo contrario, la formación psico-pedagógica se hace indispensable para complementar de forma integral con los conocimientos disciplinares. Sólo con dicha integración a favor de conseguir un aprendizaje significativo podemos conseguir que nuestra labor como docentes sirva a un (al) objetivo fundamental de la educación: la emancipación del alumnado, alejándolos del conocimiento dogmático y anticuado, logrando la formación de ciudadanos críticos y participativos. Objetivo este que requiere de trabajo conjunto y constante (Souto González, 2014: 36).<br />PARTE 2/3<br />Raúl López CastellóAnonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-91503780316236966322018-01-27T10:23:15.495-08:002018-01-27T10:23:15.495-08:00Hola. Soy Raúl López Castelló, alumno del Máster e...Hola. Soy Raúl López Castelló, alumno del Máster en Profesor de Educación Secundaria en la Universitat de València. Invitados a participar en el GeoForo por el profesor Xosé M. Souto, pienso que este constituye una herramienta muy útil para lograr su objetivo: un espacio de intercambio de opiniones y argumentos sobre la enseñanza de los distintos niveles educativos en los países iberoamericanos con el fin de estimular la reflexión y la mejora de las prácticas docentes.<br /><br />Al hilo de este foro (14), "¿Cómo formar al profesorado?: Una aproximación internacional", para mí es fundamental mostrar en la formación inicial del futuro docente, tal y como nuestro máster ha estado haciendo, cual es la representación social que se tiene acerca de lo que es enseñar geografía e historia, es decir, el punto de donde partimos. En mi opinión, esto constituye un punto de partida en la medida en que sólo con esta toma de consciencia se podrá impugnar el modelo tradicional que mayoritariamente incluye dicha representación social. Cabe considerar que el/la estudiante que accede a la formación inicial dispone de unos conocimientos mayoritariamente sesgados acerca de lo que significa ser docente, pues estos se encuentran determinados por sus propias experiencias escolares (Montané-López, 2017: 91; López Facal, 2010: 75-76). Así, hay que trabajar sobre esta visión para modificarla. En este sentido, no es cierto que, como comúnmente se piensa, “cada maestrillo ‘tenga’ su librillo”, pues, existen tres grandes concepciones metodológicas acerca del proceso de enseñanza-aprendizaje de la Geografía y la Historia (definidas por el papel que otorgan al alumnado, al profesor y a los contenidos):<br />-Una de carácter positivista que identifica el saber en la academia por lo que el profesorado sólo tendría que trasladarlo a un alumnado pasivo.<br />-Una de carácter práctico donde el alumnado sería quien descubre, aprende por sí mismo y el profesorado sólo le acompaña.<br />-Una de carácter crítico donde el profesorado interviene en el proceso de enseñanza-aprendizaje, consciente, eso sí, de que la responsabilidad última en el aprendizaje es del alumnado, a quien, por lo tanto, le otorga un papel activo.<br /><br />Siendo consciente de esta realidad, el/la futuro/a docente ya puede y debe elegir qué modelo quiere adoptar. Aquí uno/a es libre, pero sobre todo, debería ser consecuente con su decisión, es decir, estar convencido/a fundadamente de que la opción elegida es la mejor para la enseñanza-aprendizaje de sus alumnos/as. En este caso, el Máster nos define dichos modelos, sus debilidades (en el primero, las únicas) y sus potencialidades, con lo que el/la futuro/a docente dispone de unas bases teóricas sólidas con las que sustentar su decisión (que complementará con el período de prácticas y las posibles dificultades que entrañe la aplicación real de la metodología escogida).<br />PARTE 1/3<br />Raúl López CastellóAnonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-2032266789169618102018-01-14T04:08:15.358-08:002018-01-14T04:08:15.358-08:00Hola, soy Josep Henares Pérez, alumno del Máster d...Hola, soy Josep Henares Pérez, alumno del Máster de Secundaria. <br /><br />Hoy en día, la formación del profesorado ha aumentado su importancia, ¿o quizás no? El hecho de que el CAP haya evolucionado en un máster que dura, aproximádamente un año, no significa que los profesores de las actuales generaciones estén mejor formados que los anteriores. La educación es un tema complejo y debe ser tratado como tal pero, a mi modo de ver ese trato es erróneo.<br /><br />En primer lugar, señalar que una formación teórica no sirve para nada. Lo que un futuro docente necesita es práctica y más práctica, además de aprender a través de un ejemplo docente que esté ejerciendo como tal. He encontrado, a lo largo de toda mi corta vida, a profesores excelentes y a otros que no lo son tanto. Esto quiere decir que un docente no necesita ninguna formación para serlo, sino que va puliéndose con la práctica.<br /><br />En segundo lugar y, aunque quizá resulte polémico, he encontrado muchas incongruencias en este máster. Se supone que te deben transmitir lo que significa ser un buen docente (o no). No obstante hay profesores que no cuentan la asistencia y que, si la cuentan, dicen que da igual que justifiques las faltas o no insistiendo en que ya somos mayores (prueba a no entregar el justificante de una falta en un trabajo, eso es ser irresponsable); otros que dan teoría de cosas que nada tienen que ver con la docencia; profesores que no vienen porque está haciendo otras cosas que serán más importantes, por supuesto, etc. He llegado a la conclusión de que, ciertos profesores que dan clases en el máster no se creen nada de la formación del profesorado pues, en mi opinión, si consideras que esto tiene la importancia que algunos parecen darle, no darías prioridad a dar congresos, ir a la universidad, etc.<br /><br />También decir que la organización es pésima: plazas que no están adjudicadas, profesores que no informan a sus alumnos de cuando van a faltar. Por supuesto hay profesores que no entran en estas críticas, pero por desgracia otros sí.<br /><br />Ya cierro con una pregunta con su respuesta. ¿Debería hacerse alguna formación para el profesorado? Sí. Y no sólo sí, un rotundo sí. Pero con prácticas durante todo el año (o, por supuesto, hacer un MIR) y, como mucho hacer el TFM obligatoriamente de una unidad didáctica para preparar las oposiciones. Quizá alguna conferencia sobre la ley actual de forma optativa pero las demás asignaturas eliminarlas. Quizá algunas puedan ser útiles y posiblemente alguna deba hacerse durante 2 o 3 meses (hasta antes de Navidad) pero nada más. Por supuesto, todo esto es la humilde opinión de un servidor que ha visto en este foro la oportunidad de expresar sus quejas. Seguramente esté equivocado, o quizá no que sé yo.<br /><br />Un saludo y excelente artículo, como siempre.Anonymoushttps://www.blogger.com/profile/00597556982759488354noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-41761852264458900882018-01-13T04:58:51.073-08:002018-01-13T04:58:51.073-08:00Este comentario ha sido eliminado por el autor.Anonymoushttps://www.blogger.com/profile/09832485650759951565noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-47408730851970113612018-01-13T04:57:14.021-08:002018-01-13T04:57:14.021-08:00Hola a todos. Soy Pilar Rochina Garzón, alumna del...Hola a todos. Soy Pilar Rochina Garzón, alumna del Máster de Formación al profesorado de Valencia, en la especialidad en Geografía e Historia. <br /><br />El profesor Xose Manuel Souto, profesor de la asignatura Aprendizaje y Enseñanza de la Geografía, fue quien nos habló de este foro y nos invitó a participar en él. Creo que esto puede ser muy enriquecedor para nosotros, dado que podemos compartir nuestras experiencias sobre el Máster y la visión que tenemos del mismo. A su vez, debido a que hay entradas de alumnos de años anteriores, también podemos comprobar si, a través de sus relatos, ha cambiado algo en el Máster.<br /><br />En mi opinión, creo que para formar a futuros docentes hace falta una formación, ya no solo de las materias que vamos a impartir, si no tener nociones básicas de psicología, pedagogía, sociología, estar al día de los avances en innovación que se dan, etc. Considero que el Máster, en teoría, si que tiene esos objetivos.<br /><br />Obviamente es muy positivo que salgamos del máster con esas nociones básicas, pero la realidad que vamos a ver en los centros es muy diferente a todo lo que nos hayan podido enseñar, y cuando empecemos el periodo de prácticas nos daremos cuenta. Creo que lo más importante es que tengamos la mente abierta y seamos conscientes que cada alumno, cada aula, cada centro, cada barrio, cada pueblo, cada ciudad, cada familia, cada profesor, etc. es diferente respecto a los demás. Por lo tanto, cuando tengamos que estar en un centro, hemos de lidiar con el contexto de cada alumno y cada centro, y la metodología que emplees con un alumno puede no ser útil para otro alumno. También hay que saber que vamos a estar trabajando con jóvenes de entre 12 a 18 años, que están en pleno cambio y que su forma de ser puede cambiar sin que nos demos cuenta, y hemos de estar preparados para estos cambios. <br /><br />Por otro lado, creo que es importante que como futuros profesores de Geografía e Historia, podamos hacer entender a los alumnos la complejidad del mundo actual y los grandes cambios que se están dando en la sociedad. A su vez, creo que las materias que vamos a enseñar, las debemos impartir inculcando valores como el respecto al medio, la tolerancia a aquello diferente, pero también intentar ser intransigentes con las injusticias como la violencia o las violaciones de derechos, y no pasarlas por alto. Es decir, con nuestras enseñanzas, intentar hacer que los alumnos se cuestionen las cosas que ocurren en nuestro día a día, y que sean capaces de tomar sus decisiones.<br /><br />En definitiva, aunque sea difícil, y ahora nos parezca muy complicado (a mí la primera), hemos de entender las particularidades de cada alumno y su contexto. Pero a su vez, como profesores de Ciencias Sociales que vamos a ser, hemos de intentar que el alumnado se convierta en un ciudadano crítico, capaz de respetar, pero también de denunciar aquello que considere incorrecto.Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-55209516358154708752018-01-02T02:10:49.547-08:002018-01-02T02:10:49.547-08:00Soy Juan Manuel Martínez Galera, alumno del Master...Soy Juan Manuel Martínez Galera, alumno del Master de Profesor de Educación Secundaria de la Universidad de Valencia. Desde la asignatura de "aprendizaje y enseñanza de la geografía e historia", no invita el profesor a participar de este foro sobre la formación del profesorado. <br /><br />En España ya llevamos varios años que el CAP (Certificado de Adaptación Pedagógica) se ha ampliado de 3 meses a un curso académico y convertido en Master, incrementando el coste del curso que acredita a un docente en Educación Secundaria y el tiempo. <br /><br />Lo primero que uno piensa cuando entra en el master, en su gran mayoría, es "¿por que han quitado el CAP?", si antes en unos meses ya tenias tu certificado, y ahora es un curso completo y con certificado de Master Universitario. Esto es quedarse en la superficie, por que una vez que empiezas las clases, y los profesores te comentan sus inquietudes y vivencias profesionales, te das cuenta de la necesidad de la formación de los docentes, pues muchos de los alumnos hemos estudiado una carrera e incluso hemos cursado otro Master, y al cursas el de Secundaria, vuelves la vista atrás, siendo alumno de instituto y de universidad y te das cuenta de los errores y los aciertos de tus profesores. <br /><br />Ser profesor no es meramente dar clase a los alumnos, es mucho más que eso, y por eso necesitamos la formación en otras disciplinas como es la psicología o las nuevas tecnologías, que no olvidemos que han llegado a nuestra sociedad, y han venido "para quedarse". <br /><br />Un día en clase, surgió el debate de los grados universitarios. En la facultad de geografía e historia desde antes de implantar el sistema de grados, ya se separó la carrera de geografía e historia en sus tres disciplinas: geografía, historia e historia del arte. Esto favorece al estudio de las disciplinas, pero quizás deberíamos coger el modelo de otras universidades, y unificar como antes en un grado geografia e historia para los profesionales que se quieren dedicar a la enseñanza de Ciencias Sociales. Es cierto que sería negativo para los que hemos cursado una carrera específica pero favorecería tener amplios conocimientos, pues los de historia del arte por ejemplo no tienen conocimientos de geografía y viceversa. <br /><br />Afortunadamente, con el Máster de Educación Secundaria, la formación para los docentes se amplía, y se imparten asignaturas como innovación docente, contextos educativos, etc... enfocado a la profesionalización del docente, nuevas tecnologías en ciencias sociales etc... Pero ¿tras el máster, continuaremos la formación?, estos grupos de innovación ¿dónde están?<br /><br />En ello trabajamos, en intentar que las aulas no sean meros contenedores de alumnos pasivos donde un profesor les suela "el rollo", sino formar ciudadanos, formar personas que piensen, para eso "sirven" las ciencias sociales. Formémonos como docentes, para llegar a las aulas y transmitir a los alumnos no solo los conceptos de la materia sino que creen sus propios argumentos, disfruten del conocimiento, y compartan sus inquietudes, guiados del profesor hacia una sociedad comprometida con su entorno. Juan Manuel Martínez Galeranoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-43389638781084781402017-09-08T19:42:09.274-07:002017-09-08T19:42:09.274-07:00Nome: Francislaine Soledade Carniel
Instituição de...Nome: Francislaine Soledade Carniel<br />Instituição de ensino: FFCLRP/USP<br />Disciplina: Geografia e História escolar e suas didáticas: concepções e pesquisas. (Programa de Pós-Graduação em Educação)<br />Ribeirão Preto/SP - Brasil.<br /><br />Em minha recém formação, tenho refletido sobre os conteúdos pedagógicos dos quais fui apresentada durante a minha graduação em História (licenciatura). O foco desde o início sempre foi os conteúdos específicos, que de fato são importantes, mas houve pouca preocupação no quesito "didática específica/pedagógica", o que refletiu consideravelmente na minha conduta docente. <br />Ao meu ver, seria interesse que, ao trabalhar os conteúdos específicos, os docentes universitários estimulassem os alunos a preparação de materiais didáticos/planos de aula que pudessem ser trabalhados em sala de aula, pensando que os conteúdos de História e Geografia nos anos iniciais, por exemplo, precisam ser mais lúdicos e dialogar com o aluno, levando em conta suas especificidades, localidade e cotidiano. <br />Penso que existe sim uma falta de organização universitária que não tem prezado na formação de qualidade do docente, seja por uma má elaboração da grade curricular que não preza a preparação docente, seja por que a educação universitária está cada vez mais sucateada (realidade brasileira) ou também pela falta de incentivo que os profissionais da educação passam.<br />Além do mais, o papel do professor precisa ser repensado e reestruturado para que possamos lidar com as diversas situações de forma mais orgânica e humanizada. <br />Pessoalmente, busco sempre me aprimorar em relação a minha formação. Digo que algumas das reflexões postadas aqui só foram possíveis pois busquei saber mais sobre, entretanto, isso está sendo viável pois tenho a disponibilidade e oportunidade de aprender mais. Mas, infelizmente no Brasil isso não é uma realidade, tendo em vista a falta de tempo hábil e incentivo que o professor tem para se aprimorar. <br />Fran Carnielhttps://www.blogger.com/profile/09245016059628887506noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-65982536668591633332017-09-08T19:23:07.410-07:002017-09-08T19:23:07.410-07:00Este comentario ha sido eliminado por el autor.Fran Carnielhttps://www.blogger.com/profile/09245016059628887506noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-23087041023549179122017-05-19T10:29:47.456-07:002017-05-19T10:29:47.456-07:00¡Hola! Me llamo María Pérez y soy alumna del MAES...¡Hola! Me llamo María Pérez y soy alumna del MAES de Valencia de la especialidad de Historia. Tras acabar las prácticas, quisiera compartir con vosotros mi experiencia y sensaciones durante el periodo de las mismas.<br />Asimismo, yo también quería aportar mi opinión sobre cuáles deberían de ser los cuatro o cinco aspectos que tiene que saber o tener en cuenta un profesor para poder llevar bien las clases. Por tanto, aprovecho la intervención de Ángela para reafirmar los cuatro principales aspectos que un buen docente debe de saber, y añadiría un quinto elemento que me parece crucial que es el de la evaluación.<br />En primer lugar, es primordial tener el control del aula, y lo que eso conlleva, ya sea saber tratar con aquellos alumnos que no quieren estar en clase y que te generan problemas a la hora de impartir la materia, conflictos internos entre los alumnos, etc. Así pues, el control de la clase es esencial, ya que debemos de saber desde un principio qué criterios debemos poner en marcha para que se lleve a cabo esa guía como interlocutores, y eso se hace estableciendo desde un principio unas normas de clase, como por ejemplo dando turnos de palabra o explicando que cuando el profesor interviene todos tienen que estar en silencio.<br />En segundo lugar, estoy de acuerdo en que un buen profesor ha de saber atender la diversidad que representa sus alumnos. Con ello no me refiero sólo a los alumnos que tienen problemas de aprendizaje, sino también a ser capaz de ponerse en su lugar y a empatizar con ellos, ya que se encuentran en una etapa complicada y son muy influenciables y sin quererlo, podemos llegar a afectar su autoestima y generarles daños irreversibles. Además, hemos de ser capaces de establecer una relación más allá del formal profesor-alumno para que sepan que, en caso de necesitarlo.<br /><br />En tercer lugar, es importante dominar el tema del que se va a hablar en el aula. Por tanto, debemos trabajar un tema desde las diferentes perspectivas y que al mismo tiempo sea un tema controvertido y de actualidad, para atraer al alumnado. Asimismo, tiene que ser un tema que después también nos sirva para debatir en clase entre todos y poder llegar a unas conclusiones generales que inciten al alumno a interactuar e interesarse más por dichos temas llegando a replantearse los problemas y a formar una opinión crítica.<br /><br />En cuarto lugar, es necesario saber motivar al alumnado innovando en la medida en que sea posible, ya que innovación no sólo se entiende en acabar con las clases magistrales, sino innovar y saber enfocar la clase de una manera distinta. Enfocar el temario desde un punto de vista diferente al tradicional y el combinar este tipo de explicación con variedad de recursos: ya sean textos, fotografías, videos, series o películas. <br />Finalmente, añadiría un quinto aspecto a tener en cuenta que es el de la evaluación. El tema de la evaluación siempre ha traído confrontaciones y problemas, ya que es complicado evaluar al alumno. Por tanto, abogo por realizar un examen pero en el cual puedan aplicar y poner en práctica aquello que se ha impartido a lo largo del curso. Previamente se tendría que hacer un pequeño examen al comienzo del tema para saber desde qué punto comienzan los alumnos y qué conocimientos sobre el tema tienen, para luego ir viendo el progreso. Asimismo, luego una pequeña evaluación en la mitad del trascurso y luego, al final un examen global de la materia para comprobar que han adquirido correctamente todos los conocimientos. Pero, aparte del examen tradicional, pienso que tendría que haber una autoevaluación por parte tanto del alumno como del profesor, ya que esto es una cosa de dos, ambos aprendemos cosas el uno del otro, y siempre hay aspectos en los que se puede mejorar, y siempre es una forma diferente de hacer ver al alumno que también se tiene en cuenta su opinión y que todos podemos mejorar aspectos de nosotros mismos. <br />Anonymoushttps://www.blogger.com/profile/04425297830157127211noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-68266556167245416862017-04-20T11:26:50.733-07:002017-04-20T11:26:50.733-07:00¡Saludos! Me llamo Ángela Ruiz y soy alumna del Má...¡Saludos! Me llamo Ángela Ruiz y soy alumna del Máster de Profesor de Educación Secundaria de la Universidad de Valencia en la especialidad de Historia. Recientemente he acabado el periodo de prácticas en centros escolares dentro de este Máster y quería compartir brevemente (desde mi corta experiencia) aquellas cosas en las que creo que debe de estar formado un buen profesor. <br />En primer lugar, aquello que cariñosamente llamo control de masas. Con ello no me refiero solo a que haya cierto grado de paz y armonía en clase (sin la cual considero que no se puede hacer nada). Sino que también me refiero a saber tratar con aquellos alumnos que no quieren estar en clase, van obligados y, como consecuencia, su único objetivo es el de hacer lo que ellos quieran; ya sea jugar con el móvil, maquillarse o incordiar al resto de compañeros (y al profesor) al mantener esta actitud. <br />En segundo lugar, un buen profesor ha de saber atender la diversidad que representa sus alumnos. Con ello no me refiero únicamente a aquellos alumnos con problemas de aprendizaje sino también a ser capaz de ponerse en su lugar y ver cuáles son las “putadas” que les podemos hacer como docentes (y que nosotros no somos conscientes de ello). Además, hemos de ser capaces de entablar una relación más allá de la formal (profesor-alumno) para que sepan que, en caso de necesitarlo, pueden acudir a nosotros para aquello que necesiten. De forma que vean que no somos el “enemigo” que ha venido a fastidiarle la vida X horas a la semana, sino que somos amigos (sin caer en el profesor-colega haciendo que el alumno pierda todo respeto por nosotros).<br />En tercer lugar, hay que dominar el tema del que se habla. Aunque este punto pueda parecer obvio no lo es. Ya que cuando tras explicar cierto punto de la revolución rusa en bachillerato se me planteó una pregunta que hizo darme cuenta, y también fue evidente para los alumnos, que yo misma no tenía muy claro el punto. Por fortuna, en ese momento mi tutora acudió al rescate y pude salir de forma algo decente del paso. <br />En cuarto, y último lugar, es necesario saber mantener motivados a los alumnos innovando en la medida en que sea posible. Innovación no solo entendida como el lanzamiento por la ventana de las clases magistrales o trabajar mediante proyectos o problemas. Sino innovar, quizás, usando una buena clase magistral (soy defensora de esta técnica siempre y cuando esté bien hecha). Además, enfocar el temario desde un punto de vista diferente al tradicional de la historia del estado-nación y situar al mismo nivel una historia política, económica, social, cultural y de género. Asimismo, combinar este tipo de explicación con variedad de recursos: fotografías, videos, fragmentos de series o películas, comics, extractos de libros, conectar eventos pasados con el presente, memes… <br />Sin embargo, este último punto vendrá condicionado, en gran medida, por los recursos del centro. Ya que en mi centro de prácticas tenía un ordenador, un proyector y conexión a internet en todas clases (aunque la calidad de la conexión variaba dependiendo del día). Mientras tanto, una compañera no tenía ninguno de estos recursos dificultando la cantidad y el abanico de materiales de trabajo en clase.<br />Misifú del Tiempohttps://www.blogger.com/profile/06882927177896995234noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-80466351899216319432015-04-24T09:42:10.705-07:002015-04-24T09:42:10.705-07:00Cuando se analiza la situación de la formación del...Cuando se analiza la situación de la formación del profesorado, siempre es conveniente hacer referencia a los planteamientos históricos que curricularmente se han formulado al respecto. En el caso venezolano, la formación del docente en geografía e historia se inició en la década de los años cuarenta del siglo XX. Su antecedente fue un educador generalmente improvisado que acudió a los contenidos geográficos e históricos expuestos en los libros textos elaborados en Europa, como también las traducciones elaboradas para compensar el vacío bibliográfico existente en las instituciones escolares. De esta forma, la docencia fue libresca, sustentada en la transmisión de contenidos con el uso didáctico del dictado, la copia, el dibujo y el calcado. El aprendizaje por razones obvias fue la memorización. Explicar esta circunstancia implica reconocer que la finalidad fue enfatizar en la cultura general de los ciudadanos, aunque luego las críticas apuntaron a una labor formativa donde fueron ausentes los conocimientos y prácticas científicas. El propósito central del acto educante fue dar significativa importancia a las ciencias naturales y esquivar lo social. A mediados del siglo XX, en Venezuela, se manifestó la exigencia de una formación geográfica e histórica, dado el viraje estructural del país de lo agropecuario y lo rural hacia lo petrolero y lo urbano. En ese contexto, se invitó al geógrafo español Paulo Vila, quien proveniente de Colombia, creó el Departamento de Geografía e Historia en el Instituto Pedagógico Nacional. Su labor apuntó a dar el carácter científico a la enseñanza geográfica e histórica, como contrarrestar el preocupante efecto formativo de la memorización y la limitación de la actividad pedagógica y didáctica al aula de clase. Asimismo, propuso fundamentos teóricos y metodológicos apuntalados en la Geografía Posibilista francesa, debido a su condición de discípulo de Vidal de la Blache. Este hito histórico representó la presencia de un renovado planteamiento en la formación del docente, ahora con un nuevo enfoque más coherente con el desarrollo de la ciencia geográfica e histórica del momento histórico, donde el trabajo de campo fue la actividad formativa esencial, pues en su decir “La geografía entra por los pies”. Este aporte va en la dirección de considerar las explicaciones en las condiciones históricas en que ocurren, la puesta en práctica de las bases teóricas actualizadas, las concepciones renovadas de los promotores del cambio curricular y las necesidades formativas de los ciudadanos, entre otros aspectos. En consecuencia, vale preguntarse: ¿Por qué todavía la formación docente va en la dirección esencialmente teórica y obvia las necesidades de la práctica escolar cotidiana? Es decir, se limita a preparar para dar clase, cuando en el actual momento tan complejizado, se impone liberar las oportunidades para educar a los profesores, en función del desarrollo de la investigación y superar la formación que se dirige a educar hoy para enseñar mañana. <br /><br />Prof. José Armando Santiago Rivera <br />Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-11919651101215295722015-04-21T07:57:45.343-07:002015-04-21T07:57:45.343-07:00Cuando se formulan posiciones frente a la cómo for...Cuando se formulan posiciones frente a la cómo formar el profesorado, en la generalidad, se apunta a centrar el esfuerzo analítico sobre quien es el profesor, qué hace, cómo debería ser el profesor. En las reflexiones también se considera la importancia del currículo y sus repercusiones teóricas y metodológicas que facilitan la formación del profesorado; es decir, se trata el tema en función de la labor en la práctica escolar cotidiana y se descontextualiza del escenario de la época del mundo contemporáneo, de las realidades nacionales, regionales y locales. Cuando se acude al pasado, esta ha sido la orientación esencial de la formación docente; específicamente, educarlo para el cumplimiento de la labor que debe desarrollar en el aula: dar clase. Lo llamativo es que en el entorno inmediato donde habita, ocurren acontecimientos que poco son tomados en cuenta en el ejercicio de la docencia. Ese ámbito lugareño está inserto en la complejidad, caos y dinamismo acelerado que como rasgo de la época, generan alteraciones al conocimiento estable y absoluto que se transmite en el aula de clase. En consecuencia, una cosa es el conocimiento que facilita la escuela y otra cosa son las noticias, las informaciones y los conocimientos divulgados en la red electrónica y en los medios de comunicación social. Además, es evidente la contradicción entre los fundamentos del currículo y otra la experiencia de la cotidianidad del aula. Es indiscutible que la distancia entre la teoría curricular y las experiencias escolares ha promovido numerosos estudios, aunque todavía es un marcado ejemplo de lo reiterativo de la circunstancia. La discusión se torna crítica cuando se comparan los avances paradigmáticos y epistemológicos con el paradigma y la epistemología que se manifiesta en la práctica escolar. Ambas posturas evidencian una realidad preocupante que da la impresión que tan solo es temática de los investigadores, mientras los docentes le restan significativa importancia, al preservar su interés por los conocimientos y prácticas decimonónicas. En consecuencia, se impone llamar la atención en la formación del profesorado, pues aunque es un extraordinario recursos humano con capacidad para formar la nuevas generaciones, todavía privilegia los procesos de enseñanza y de aprendizaje tradicionales y en forma timorata aplica en reducidas oportunidades otras perspectivas para enseñar y aprender, aunque en la universidad ha sido formado cono fundamentos actualizados en educación, pedagogía, didáctica y evaluación. <br /><br />José Armando Santiago Rivera <br />Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-81034364548682627532015-04-21T07:56:26.289-07:002015-04-21T07:56:26.289-07:00Desde fines del siglo XX, el tema de la formación ...Desde fines del siglo XX, el tema de la formación del profesorado constituye un excelente motivo para que docentes investigadores elaboren puntos de vista expresados en ponencias, artículos y libros. La abundancia del tratamiento se manifiesta en la proliferación diversa, múltiple y variada de las propuestas al respecto. En la mayoría de los casos, los criterios expuestos destacan qué debe saber el docente y cómo se debe desempeñar en el aula de clase. Eso significa apuntar hacia el cumplimiento de su labor formativa, pero escasean los estudios sobre por qué y para qué el docente ante las complicadas, adversas y nefastas realidades sociohistóricas del mundo contemporáneo. En efecto, parece que lo interesante de la formación es el privilegio de lo conceptual y lo instrumental, como la asignación de poca importancia a lo axiológico. Desde esta dirección, vale comentar que se está formando un profesional bajo propuestas curriculares más preocupadas por la formalidad de continuar entender el mundo vivido, fundar su labor en la renovación paradigmática y epistemológica, promover la transformación de su comunidad y desenvolverse en una formación en valores. Por tanto, resulta comprensible entender que se continúa el proceso formativo del docente con el apego a las orientaciones pedagógicas y didácticas promovidas por el positivismo. Al respecto, el currículo es fragmentado en un secuencia de asignaturas con conocimientos y prácticas propias de las disciplinas y centrados en teorías y muy limitadas actividades para ponerlos en práctica; el excesivo uso y abuso de la transmisión de contenidos programáticos, como poco aplicar estrategias promotoras de la participación activa y protagónica de los estudiantes al investigar su entorno inmediato; desviar la atención hacia el entendimiento de la complejidad del mundo vivido, al preservar una labor formativa limitada a las actividades del aula; asignar poca importancia al aprovechamiento de las noticias, informaciones y conocimientos divulgados en el ámbito de la “Explosión de la Información” que vive la “Sociedad del Conocimiento; poco utilizar los bondades pedagógicas y didáctica del desarrollo tecnológico; en otras palabras, la formación del profesorado amerita de una renovación que apuntale la investigación como la formar de intervenir los temas y problemáticas que en el mundo contemporáneo, pues ellos exigen una preparación profesional coherente y pertinente con las actuales enrevesadas circunstancias, dado el apremio de comprender interpretativamente la realidad desde posturas interdisciplinarias fundamentalmente. <br /><br />José Armando Santiago Rivera <br />Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-66145926615167580642014-06-15T11:29:52.941-07:002014-06-15T11:29:52.941-07:00¿Cómo podríamos mejorar, entonces, esta formación?...¿Cómo podríamos mejorar, entonces, esta formación? Algunas reflexiones:<br />- Creo que el hecho de haber convertido la diplomatura en grado en nuestro caso ha sido beneficioso, puesto que esto nos permite equipararnos con el resto de titulaciones y poder seguir formándonos después del grado, algo que repercutirá en que, en unos años, tengamos en la Facultad de Magisterio profesorado procedente de la Facultad de Magisterio, algo que no era posible hasta ahora. <br />- Creo que debería haber un filtraje durante el proceso de aprendizaje. Durante la titulación tenemos distintas asignaturas con distintos profesores. Muchas asignaturas son cuatrimestrales y muchas son impartidas por más de un profesor/a. Esto dificulta la posibilidad por parte del profesorado de conocer al alumnado, lo cual considero negativo porque hay muchas personas con capacidad de superar de forma más o menos correcta las materias de forma aislada que, realmente, no son personas preparadas o con voluntad de asumir el trabajo de maestr@ con todo lo que ello implica, debe implicar o queremos que implique. Como posibles paliativos a esto sugiero dos medidas: <br />* Una tutorización durante el proceso, durante los 4 años que ocupa el grado, por parte de algún profesor/a. <br />* Una mayor coordinación entre el profesorado para hablar de los procesos de aprendizaje del alumnado.<br />De esta forma no sólo se evaluaría cada asignatura de forma segregada sino que el profesorado junto con el tutor/a en cuestión evaluarían la globalidad del proceso, se reflexionaría colectivamente sobre las habilidades y capacidades de cada alumn@, su nivel de aprendizajes, etc y así se podría guiar mejor su aprendizaje, sugiriéndole las mejoras que consideren necesarias llevar a cabo.<br />- Para los docentes con plaza se debería incentivar la formación continua, las iniciativas, los proyectos, el trabajo realizado, y no el mero paso del tiempo. Estoy radicalmente en contra de los trienios, sexenios, etc, pagas extras que se dan por el mero hecho de llevar más tiempo en el cuerpo docente. Creo que no es esto lo que se debe premiar, sino la calidad del tiempo invertido.<br />Para llevar a cabo las reformas propuestas –tanto en la Universidad como en las escuelas- hay una condición básica: la reducción de horas de docencia. Para ofrecer una enseñanza de calidad, se requiere de formación por parte del profesorado y también de planificación de la práctica y reflexión sobre la práctica, algo que es imposible con la cantidad de horas de docencia actuales. En el marco actual, es relativamente normal que el profesorado se haya acomodado y haya actuado como mero ejecutor de aquello propuesto por las editoriales y no como profesional-pensante.<br />- El papel de los sindicatos de enseñanza en cuanto al prestigio de la profesión docente es también, en cierto aspecto, nefasto. Normalmente, sus reivindicaciones son una reproducción de aquello que reclama un docente para sí mismo, para la mejora de sus condiciones laborales, pero no desde un punto de vista colectivo (para la transformación de la escuela y de la sociedad) sino desde un punto de vista individualista. Es ciertamente normal que cada persona busque sus intereses individuales pero un sindicato se debe preocupar de algo más. Se debe encargar de constituir un cuerpo profesional de docentes bien formado y con miras sociales que, en tanto que lo sea, será reconocido y, por lo tanto, podrá reclamar mejores derechos y condiciones, pero pensando sobre todo socialmente y no desde la individualidad. Necesitamos un cuerpo de profesionales docentes organizado y con voluntad transformadora, y no unos sindicatos dedicados a la supervivencia a través de actitudes reactivas frente a las decisiones de la Administración que, por no estar articuladas y no buscar los intereses colectivos, no consiguen la emancipación de estos profesionales, sometidos, sin otra opción, a las directrices de personas no profesionales en el ámbito. Carla Aparicihttps://www.blogger.com/profile/03660104454196792334noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-43922013756714951692014-06-15T11:27:27.118-07:002014-06-15T11:27:27.118-07:00Hola a tod@s,
Soy Carla Aparici, estudiante de te...Hola a tod@s, <br />Soy Carla Aparici, estudiante de tercer curso de Magisterio de Primaria en la especialidad de Artes y Humanidades, en la Facultat de Magisteri de la Universitat de València.<br />Me gustaría compartir también mi perspectiva sobre la actual formación de l@s docentes, centrándome, en mi caso, en el ámbito que más conozco: el de l@s estudiantes de Magisterio, futur@s docentes en centros de infantil y primaria (3-12 años). <br />Creo que es interesante aportar esta perspectiva, y que sería enriquecedor que más compañer@s de Magisterio participaran en el foro, ya que la formación recibida por una persona que estudia Magisterio dista bastante de la recibida por una persona que estudia una titulación de carácter específico y realiza posteriormente la especialización correspondiente para ejercer como docente. Por tanto, las aportaciones que puede realizar el estudiantado de Magisterio, tanto en cuanto a motivos, expectativas y experiencias son diferentes y conocerlas nos puede ayudar a comprender la globalidad del proceso de aprendizaje por el cual pasará nuestro futuro alumnado y qué profesionales son los que guiarán dicho proceso en cada momento. Al mismo tiempo, comprender la globalidad del proceso nos ayudará a diseñar estrategias para mejorar el carácter de continuidad que se busca en éste y evitar “el salto” que se produce entre la escuela y el instituto, generado, entre otros motivos, por las distintas procedencias formativas de sus docentes. <br />Ya adentrándonos en materia, los estudios de Magisterio, en España, están subestimados por el conjunto de la sociedad y también por l@s universitari@s de otras ramas de aprendizaje. También lo está la propia profesión. Supongo que son dos fenómenos que se retroalimentan. Esto es, evidentemente, negativo ya que refleja cómo está percibiendo una sociedad uno de los pilares básicos de ésta. Respecto a esto, much@s aprendices de maestr@s y maestr@s responden con una actitud defensiva. En mi opinión, hay que desechar, claro está, los comentarios despectivos y las críticas destructivas, pero sí que hay que escuchar, abiertamente, el fondo de todas aquellas críticas –positivas y negativas- que nos ayuden a mejorar como conjunto profesional y, humildemente, reconocer errores y carencias. Debemos ser esponjas en proceso continuo de aprendizaje individual y colectivo, en continuo proceso de reflexión-acción-reflexión. Con humildad, y continua voluntad de mejora, individual y colectiva, podremos transformar; sin ellas, no. <br />Uno de los compañeros ha comentado que la nota de acceso a la titulación de Magisterio debería ser la más alta. Comparto que es un modo de revalorizar la titulación y, con ello, la profesión, y también de hacer selección de los profesionales que se ocuparán de tan compleja tarea. Pero me genera dudas. Como ha dicho en respuesta el profesor Souto, en València, por ejemplo, la nota de corte es bastante alta. Y esto, en mi opinión, no es suficiente garantía de que sean las personas más preparadas para empezar los estudios que conduzcan a la docencia. Creo que sobrevaloramos, en este sentido, la relación entre los expedientes académicos y la preparación, sobre todo si tenemos en cuenta qué tipo de habilidades y de procesos de aprendizaje son los que se nos han requerido para tener estas notas. Con ello no digo que esté en contra del criterio de filtrar a través de nota –que es un proceso necesario para poder llevar el trámite de una forma lo más objetiva posible y, en cierta manera, asegurarnos unos mínimos-, sino que no me parece suficiente. Una buena nota no responde siempre a una buena formación y, todavía menos, a una buena preparación para el trabajo en cuestión. <br />¿Cómo podríamos mejorar, entonces, esta formación? Algunas reflexiones:<br />(sigo en otro comentario)Carla Aparicihttps://www.blogger.com/profile/03660104454196792334noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-15090071307869658232013-06-28T10:42:42.978-07:002013-06-28T10:42:42.978-07:00Hola a todos!!
Me llamo Vicent y acabo de finaliza...Hola a todos!!<br />Me llamo Vicent y acabo de finalizar el Máster de Educación Secundaria en Valencia.<br /><br />Hoy mismo he entregado el trabajo final y me gustaría participar en el debate que se ha abierto en este foro, concretamente en relación con uno de los problemas a los que seguramente nos seguiremos enfrentando los futuros docentes: la presión de las PAU, así como Reválidas y demás pruebas de control del aprendizaje que cíclicamente se modifican.<br /><br />Para el trabajo he tenido la suerte de poder elaborar un estudio que analiza el impacto de las PAU de Geografía sobre la calidad de la enseñanza, a partir del análisis directo de un muestreo de exámenes de Junio de 2012, de cuyos resultados, junto con la experiencia vivida durante las prácticas en el centro de educación secundaria, he podido extraer algunas reflexiones de las que me gustaría compartir alguna. <br /><br />Parece ser que las Pruebas de Acceso a la Universidad, así como las Reválidas o demás pruebas de éste tipo, se han convertido en un instrumento de grandísima presión para los docentes. Tanto incluso que los profesores, deberían reflexionar o al menos ser conscientes, que de seguir adecuando sus clases única y exclusivamente para preparar estas pruebas , en esencia pueden estar condenando a sus alumnos a elegir entre aprobar las PAU o aprender Geografía. Me explico: en mi opinión un profesor nunca debería priorizar el tiempo de clase a preparar estas pruebas, está claro que el factor tiempo es una variable con la que se debe pelear a diario, pero no podemos dedicar la mayor parte del tiempo a “embutir deprisa y corriendo” todos los contenidos necesarios que exigen las pruebas, de lo contrario creo que estamos “creando máquinas” porque no les estamos explicando cómo funciona el mundo, ni cómo aprender a identificarse y desenvolverse en el espacio que los rodea sino que les enseñamos una geografía terriblemente mecanicista, destinada casi exclusivamente para superar las pruebas. <br /><br />Si como futuros docentes no nos preocupamos por equilibrar el tiempo que dedicamos a consolidar los contenidos para las PAU, (a menudo desactualizados) con el tiempo necesario para explicarles debidamente el mundo que les rodea, (así como fomentar su espíritu crítico, su interés por descubrir, por comprender y demás valores que se consideran propios de la madurez esperada de un alumno de ésta etapa) en mi opinión no estaremos verdaderamente enseñando, y menos educando porque estaremos priorizando valores cuantitativos en vez de valores humanos, que verdaderamente serán la base de su futuro. <br /><br />En definitiva, tal vez si reflexionamos acerca de todo esto y nos preocupamos de verdad por mejorar la calidad de la educación que proporcionamos, al menos podremos intentar no participar en aquel mal de la “Anomía” que anunciaba E. Durkheim (1858 –1917) sobre las sociedades modernas.<br /><br />Para terminar, quiero dar las gracias en primer lugar a una compañera de carrera y del máster, que me ha ayudado mucho con sus opiniones, consejos y tardes enteras de debate y tertulia, así como agradecer también la ayuda y la cercanía mostrada por un alumno del máster de investigación pues a su vez, ambos también han estado realizando sus propios estudios para sus T.F.M. y los considero magníficos!! <br /><br />Por último y especialmente, quisiera mostrar mi agradecimiento en este foro al profesor que me propuso realizar este estudio y me ha brindado la oportunidad de elaborarlo, pues sin su gran ayuda y asesoramiento a lo largo de mi investigación, no habría conseguido nunca embarcarme en esta experiencia de la que puedo decir con orgullo, lo mucho que he aprendido!! <br />Vicent.<br />Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-58005636765663751892013-06-16T10:25:50.760-07:002013-06-16T10:25:50.760-07:00Caro Xosé M. Souto e demais participantes do GEOFO...Caro Xosé M. Souto e demais participantes do GEOFORO,<br />Infelizmente no Brasil não há centros de professores como na Espanha, a formação docente depende dos recursos e iniciativa dos próprios professores, alguns estados brasileiros tem programas de formação continuada, mas estes programas ainda se limitam a treinamento para aplicação do currículo escolar ou para lidar com situação-problema, como o bullying.<br /><br />Josiane Paula Etelvino-Brasil <br />josianeetelvino@gmail.com <br /><br />Professora de Geografia SEESP Secretaria de Educação de São Paulo, membro do grupo de pesquisa NEPPS-Centro de Estudos em Políticas Públicas da Universidade do Estado de São Paulo UNESP- Brasil.Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-68629398482528732712013-06-06T02:57:13.012-07:002013-06-06T02:57:13.012-07:00Hola, Soy Carmen, alumna del Máster de Investigaió...Hola, Soy Carmen, alumna del Máster de Investigaión didáctica en Ciencias Sociales, de la Universidad de Valencia. Cursé el antiguo CAP y actualmente comparto algunas asignaturas con los alumnos y alumnas del Máster de Profesorado. Mi visión de ambos cuando los inicié eran exactamente la misma que la que han descrito mis compañeros.<br />En primer lugar, quiero dar las gracias porque me he dado cuenta de que estoy rodeada de gente realmente inteligente. Terminado este breve peloteo, voy a coger la ingrata tarea de hacer de abogado del diáblo.<br />¿Realmente el panorama actual es tan dantesco o nos hemos acomodado pensando que la solución tiene que venir desde fuera?<br />Alguién me dijo recientemente que nosotros formabamos parte de la élite de un país. No aspiro a tanto. Pero si creo que tenemos un compromiso con la sociedad de la que formamos parte.<br />Todas las reflexiones que he podido leer, me parecen válidas, interesantes, apropiadas y me hacen preguntarme ¿No tendríamos el deber de escucharnos y no buscar un profesor homogéneo ideal si no a personas capaces de estar abiertas a otros pensamientos? ¿no es eso la innovación?<br />En cualquier profesión, y más en la docencia, es duro sentirse sólo, aislado, e incluso, ser objeto casi de burla, pero si logramos vencer nuestro propio autoaislamiento y la autocompasión tal vez podamos hacer frente a los retos que tenemos en las aulas del siglo XXI.<br />La dignidad del docente no tiene que venir de fuera, somos nosotros quienes la hacemos. No podemos esperar que las recetas vengan sólo desde el Máster de Profesorado o desde los cursos de formación, como una única pócima milagrosa. Debemos ser cpaces de arriesgarnos, equivocarnos, en definitiva, de ser autocríticos y saber que podemos ofrecer nosotros como docentes.<br />Soy consciente de los problemas y retos que tiene la educación actualmente: la desmotivación del alumnado,la exigencia de cumplir con programas extensos y obsoletos, la falta de recursos y los recortes administrativos, las deficiencias en los Másters para la formación del profesorado o la distorsión entre la realidad de las aulas y lo que se nos dice desde el Máster, las acusaciones a las que se ve sometida la educación pública desde los medios de comunicación y las políticas neoconservadoras, etc. Es fácil, y hasta cierto punto comprensible, caer en la tristeza, el acomodamiento o en la autocompasión, pero no debemos olvidar nuestra labor: Educar a individuos con un pensamiento crítico. Por tanto no renunciemos a ese pensamiento crítico. La integridad de nuestra profesión está en nuestras manos. Tenemos una responsabilidad con nosotros mismos.<br />Como siempre les digo a mis alumnos y alumnas, venga una vez más, un poco más.<br />Carmen.Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-57114272678803702242013-06-05T23:06:32.615-07:002013-06-05T23:06:32.615-07:00 Hola, me llamo Carlos y soy alumno del Máster d... Hola, me llamo Carlos y soy alumno del Máster de Secundaria en Valencia. Me gustaría, ahora que el Máster ha finalizado, exponer lo que ha sido mi experiencia personal y algunas conclusiones que he extraído. <br /><br /> Antes de comenzar el Máster de Profesor de Secundaria pensaba, siendo sincero, que no me iba a servir de mucho. Me fastidiaba el hecho de tener que dedicar, después de los cinco años de licenciatura, uno más, cuando antes, en el antiguo CAP, la cosa se despachaba en unas pocas semanas. A esto se añadía el pesimismo de no ver un futuro claro. En suma, consideraba el Máster como un castigo y, al fin y al cabo, un fastidioso trámite, otro más. Pero, ¿por qué pensaba así? <br /><br /> Quizás pensaba que sólo había una forma de enseñar, la que yo había vivido (y sufrido), y que el trabajo de docente no sería más que una mera reproducción (mecánica) de lo que había observado en mis antiguos profesores. Esta opinión era (y continúa siendo) la general en mi entorno (familia, amigos, etc.), dudando de la utilidad de este Máster y considerando que el trabajo docente es una tarea meramente intuitiva, que no puede ser aprendida. Dicho esto, tengo que decir que esta opinión no se ha separado de mi durante el curso y que muchas de las asignaturas (o la forma en la que se imparten) las considero inútiles para la formación del profesorado, resultando el Máster actual, en general, un curso al que se dedican un exceso de horas que no se rentabilizan en una buena formación. Digo esto porque el número de clases teóricas es, en mi opinión, excesivo, y porque muchas asignaturas se quedan en la más pura teoría, con una total desconexión con la realidad y, en ocasiones, una incoherencia entre lo que se promueve y lo que realmente se hace (¿cómo es posible que nos estén hablando de la necesidad de crear una escuela inclusiva pero que no nos estén preparando en absoluto para ella?). Sólo espero que estos déficits, que se pueden achacar a la juventud del Máster y a su mal planteamiento de base, se vayan solventando con los años. Desde aquí me gustaría hacer una propuesta: reducir el número de clases teóricas y ampliar el tiempo de las prácticas. ¿Por qué no es posible dar al futuro profesorado una formación similar a la de los médicos? ¿Por qué no se establece un sistema similar al MIR? Y no sólo porque lograríamos una mejor formación en el profesorado, sino también porque sería un modo de saber quién tiene vocación y quién no, evitando muchos casos futuros de burnout. <br /><br /> Ahora bien, dentro de este panorama negativo tengo que reconocer que ha habido asignaturas que han sido muy enriquecedoras. Ha sido el caso de Didáctica de la Geografía. Como decía al comienzo, pensaba que la enseñanza de las Ciencias Sociales no podía ser aprendida. Bastaba con tener unos buenos conocimientos de la materia, dominarla, para poder ser un buen profesor. Y en caso de fallar éstos, ahí estaba el manual para solventar la papeleta. Pues bien, el cursar esta materia me ha permitido cambiar mi punto de vista, abrir los ojos. He conocido otras formas de enseñar las Ciencias Sociales, y no sólo desde un punto de vista pedagógico o metodológico (cómo enseñar), sino también de contenidos (qué enseñar). Realmente ha ocurrido en mí (y creo que en todos mis compañeros) un cambio de paradigma que difícilmente hubiese ocurrido sin haber cursado estas asignaturas.<br />Carloshttps://www.blogger.com/profile/18255834504703416900noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-75639090169826705842013-06-05T09:52:48.987-07:002013-06-05T09:52:48.987-07:00Hola a todos, somos dos alumnas del Máster de Prof...Hola a todos, somos dos alumnas del Máster de Profesorado de Secundaria de la Universidad de Valencia de especialidad de Geografía e Historia. Al igual que nuestros compañeros creemos que se debería de modificar la formación de los futuros docentes de secundaria. Hasta ahora, uno de los problemas que se observa es la falta de conocimientos de didáctica o pedagogía que eran dados de forma paupérrima a través del CAP y que en los últimos años se ha ampliado con el Máster de Secundaria. No obstante, realmente ésta no es la opción ideal. Nosotras pensamos que debería de poder haber una línea en la carrera de la que se pudiera obtener formación en didáctica. Al igual que podemos ser especialistas en moderna, prehistoria o contemporánea, se debería poder ser especialista en didáctica, al igual que ocurre en algunos países como es en el caso de Argentina. <br />Por otro lado, la otra opción que consideraríamos ideal, sería que al igual que magisterio sirve para formar a los futuros maestros, podría existir una titulación universitaria para formar a los futuros docentes de secundaria y que en ella estuvieran las distintas modalidades de especialización. <br />Finalmente, también pensamos que en las oposiciones se tendrían que tener en cuenta otras cualidades como es la vocación o la relación con los alumnos. Para ello se podrían realizar simulacros de clases o alguna prueba similar en la que se permitiera poner en situación al futuro docente y que no fuera simplemente una memorización de contenidos. <br />Un saludo<br />Esther Pérez Roig y Cristina Rodrigo Pérez<br />Alumnas de la Universidad de Valencia<br />Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-72398222981752972.post-62025753911212734642013-06-05T08:01:54.043-07:002013-06-05T08:01:54.043-07:00Hola a totes i tots, sóc Anna Muñoz del Màster de ...Hola a totes i tots, sóc Anna Muñoz del Màster de Professor/a en Educació Secundària.<br /><br />Ya se han hecho muchas intervenciones interesantes sobre los problemas con que nos encontramos tanto en la formación inicial como en el Sistema Educativo español en general. <br />Mi intervención la centraré en el Máster de Professor/a. Pienso que muchos profesores han tenido que oír duras críticas al Máster en sus aulas y no acaban de entender los motivos de los alumnos. Por tanto, me gustaría reflexionar sobre por qué la mayoría de los alumnos que han cursando masters de profesorado no muestran demasiado interés. Para comenzar hablaré de los factores circunstanciales que influyen en los alumnos que han pasado hasta ahora por el máster. Para comenzar, tenemos que tener en cuenta que el máster se ha impuesto a un grupo de alumnos que aún formaban parte del Plan 2000, son licenciados, lo que supone cinco años de carrera. Por tanto, se han visto obligados a cursar un año más de estudios, pagando 1000€ para poder opositar, preguntándose además cuando convocarán oposiciones. Por otro lado, la asistencia obligatoria dificulta mucho la compatibilidad con el trabajo, para aquellos que puedan disfrutar de tenerlo, y imposibilita compatibilizar los estudios de máster con otras actividades debido a la dedicación completa que se exige. <br />A continuación, pasaré a hablar sobre factores relacionados con las dinámicas escolares. La mayoría de los alumnos que cursamos el Máster en Profesor/a hemos pasado por la escuela pública, del estado, y nos hemos encontrado con unas dinámicas docentes que bien podrían encajar en el siglo XIX. En nuestra vida escolar lo más importante era pasar el examen, saberte la lección o tener hechos los ejercicios cuando te preguntaba el maestro/a. Toda esta tradición docente ha calado entre nosotros y nos hemos terminado por creer que lo que importa es lo que se enseña y no cómo se enseña. Además hemos pasado por la universidad, lo que nos ha permitido pasar cinco años más delante de profesores/as que se suben a una tarima, sueltan su sermón y desaparecen. Por tanto, hemos de tener presente que todas estas vivencias han calado entre el alumnado, que cuando lo obligan a formarse como profesor no acaba de entender para qué tiene que pasar un año hablando sobre metodología, ideas previas o unidades didácticas. <br />Espero haber podido trasladar mi idea adecuadamente. A partir de esta reflexión sólo me gustaría acabar diciendo que es muy importante cambiar la mentalidad, darnos cuenta de que la educación que hemos recibido no nos ha permitido emanciparnos y que es hora de cambiar las cosas. Para que así nuestros futuros alumnos no tengan las mismas barreras que nosotros. <br />Para comenzar a crear mi identidad profesional a mí, afortunadamente, me han ayudado algunos profesores del Màster de Professor/a en Educació Secundària de la Universitat de València, espero que todos hayáis tenido la misma suerte!Anonymousnoreply@blogger.com